Bienvenida

¡GRACIAS POR SU INTERÉS!

Bienvenido/a a este blog, que nace, con el año 2012, como vehículo para la transferencia y divulgación del conocimiento, particularmente en materia de turismo. Como complemento:

-He aquí el documento resultado de casi cinco años (2010 a 2014, 55 artículos) escribiendo cada mes en HECONOMIA, con análisis y propuestas para el turismo provincial: https://www.dropbox.com/s/oblyls2fi3tov7g/HEconomia_2010_2014_55_articulos.pdf?dl=0

-Los 12 artículos de la sección EL MURO del diario Huelva Información (año 2015): https://www.dropbox.com/s/sqlyhbqu1hc7if1/ElMuro_HI_2015.pdf?dl=0

-Y las múltiples colaboraciones en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/usuario/vargas

Además, en la siguiente URLs encontrará más, mucho más, sobre mi actividad académica (mi legado): https://padlet.com/alfonsovargassanchez/cvm56nauhvrhsnua

Y lo más importante: ¿aún no conoce Huelva? Descúbrala en el siguiente enlace y en la presentación que sigue: http://www.turismohuelva.org - https://www.dropbox.com/s/8ada1ku91qtoknc/AunNoConocesHuelva.pps?dl=0

domingo, 22 de julio de 2012

UN CAMBIO NECESARIO

La subida del IVA y los tan traídos y llevados recortes no son buenas noticias para el sector turístico, ni desde el punto de vista de los turistas nacionales (cuyo consumo se verá aún más contraído) ni de las empresas, que lo sentirán en sus márgenes de beneficio (lo cual termina por arrastrar a quienes trabajan en y para el sector).
En cuanto al aumento del IVA, el mal menor es que la subida no se aplicará hasta septiembre, con lo cual se salva la mayor parte de la temporada estival, y que el grueso de las actividades ligadas al turismo sigue tributando al tipo reducido, aunque éste se haya elevado del 8 al 10%. Muy probablemente, a partir del 1 de septiembre las cuentas de resultado de las empresas, ya dolientes, tendrán que absorber, total o parcialmente, esa subida, ante la imposibilidad de repercutirla en los precios en un contexto de un mercado en recesión.
Entre los recortes, destacaría dos de sus múltiples dimensiones: la que afecta a los funcionarios (como paradigma de la clase media) y la que incide en las infraestructuras.
-El efecto más perverso que genera la primera es de tipo psicológico: la incertidumbre es generalizada y eso hace que el dinero no circule: esto contrae aún más la economía y nos introduce en un círculo vicioso.
-La segunda redunda en la aún mayor dilación de las infraestructuras de transporte y comunicaciones que la provincia necesita para mejorar su accesibilidad, importantes para su desarrollo turístico, aunque deban ser priorizadas.
Lo que no cabe ahora es instalarse en la lamentación y limitarse a culpar al adversario político.
Por estas y otras razones (unas de carácter general de pautas evolutivas del turismo y otras particulares de nuestra realidad provincial) el turismo onubense se encuentra ante un nuevo escenario que requiere una reacción. Los agentes públicos y privados deben tomar conciencia, analizar las claves del nuevo escenario, tomar decisiones y actuar.
Por ejemplo:
-En este nuevo escenario el sector turístico se está polarizando cada vez más; la diferencia entre el turismo de lujo y el que aquilata al máximo su presupuesto es cada vez mayor (con el riesgo de una merma progresiva de la calidad y de una guerra de precios); el tramo intermedio se está reduciendo cada vez más por el castigo a las clases medias.
-Cuando la demanda interna se contrae, y muy probablemente seguiremos así varios años, la alternativa está en la demanda externa, en el turista internacional, que en nuestro caso no ha sido una prioridad hasta ahora. Cabe concluir, pues, que quizás habría que trabajar más decididamente en esta línea.
Todo ello requiere un plan: no cabe improvisar. Y para planificar, para dilucidar qué queremos y hacia dónde debemos ir, se necesita información, para decidir con fundamento. Lo más trágico es que hasta la fecha los responsables del turismo provincial no han mostrado inquietud ni por una cosa ni por otra: hace falta reaccionar, un cambio de rumbo, una nueva visión a largo plazo para el turismo provincial. Quejarse y tirarse los trastos no nos permite avanzar ni aprovechar nuestro potencial, que indudablemente existe.
Este es el gran desafío: el de unos líderes sociales con altura suficiente para mirar más allá de los intereses partidistas o particulares y de lo inmediato. Cierto es que lo urgente agobia y exige mucho, porque la situación general del país y de la provincia es muy grave, pero tiene que haber alguien que mire más allá y lidere un esfuerzo común y compartido que ponga las bases de un futuro mejor, que hemos de empezar a construir ya; de un sector turístico con resortes para reaccionar frente a cambios que nos sitúan ante realidades nuevas, en las que las recetas que se venían aplicando deben ser renovadas. No nos dejemos llevar ni por las inercias ni por el derrotismo, pero sólo las palabras no bastan.
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Publicado en El Periódico de Huelva, 21-7-12, p. 9. 

domingo, 15 de julio de 2012

UN PAÍS A LA DERIVA...O TAL VEZ NO

Tras los acontecimientos de esta semana, materializados en los acuerdos del Consejo de Ministros del viernes, publicados ayer en el BOE, he vuelto a releer este artículo que publicó Juan Carlos Cubeiro, Socio Director de Ideo Business,  en Dossier Empresarial hace poco más de dos meses. Aquí lo encontrareis, en su blog. Vale la pena:  http://jccubeirojc.blogspot.com.es/2012/05/un-pais-la-deriva-o-tal-vez-no.html

domingo, 8 de julio de 2012

CAMBIO DE RUMBO

En lugar de crisis prefiero hablar de nuevo escenario. En este sentido, el turismo provincial está ante un nuevo escenario, que hemos de ser capaces de analizar, entender y, a partir de las conclusiones extraídas, tomar decisiones, actuar. 
Nuestro turismo estival, el de los municipios costeros, empezó siendo, y lo sigue siendo en buena medida, un turismo de segunda residencia, principalmente de los urbanitas locales. A gentes de otras latitudes les parece un tanto extraño este fenómeno, en virtud del cual muchas familias compran o alquilan viviendas a pocos minutos de su lugar habitual de residencia: pero ésta era parte de nuestra sociología colectiva. Digo era porque para muchos ya no es así: la crisis no lo permite, y el sector lo nota: más viviendas desocupadas y menos consumo. Este es parte del dibujo del nuevo escenario: cada vez menos gente compra y alquila, y cada vez más va y viene a la playa desde su cercano domicilio, a pocos kilómetros de distancia.
Este turismo local se ha ido complementando con un turismo de residentes en otros lugares de España (principalmente Andalucía, Madrid y Extremadura) que frecuentan nuestras costas ocupando los establecimientos hoteleros de nueva planta construidos al calor de un desarrollo turístico tardío. He aquí otro perfil del referido nuevo escenario: cuando empezó a sentirse la crisis, allá por 2008, se argumentó que nuestro modelo (85% turismo nacional; 15% turismo internacional) nos beneficiaba, ya que, por razón de su coste, los destinos nacionales de proximidad serían más demandados. Hoy, sin embargo, lo que estamos viendo (ahí están las estadísticas oficiales) es que lo que mejor está evolucionando es el turismo extranjero: ante una demanda interna en caída libre, lo que tira es la demanda externa. ¿No será, entonces, que necesitamos cambiar el paso y hacer evolucionar nuestro modelo de forma que el turismo internacional gane más peso? Si es así, la premisa es que esto no se improvisa: se necesita una nueva visión y un plan para acometer ese cambio de rumbo. El gran problema es quién lo va a liderar.
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Publicado en El Periódico de Huelva, 7-7-12, p. 4.

miércoles, 4 de julio de 2012

TURISMO, LIDERAZGO Y MARCA


Quien suscribe viene defendiendo desde hace años que el sector turístico provincial necesita de un nuevo impuso creativo que le saque de la atonía e inercia en la que se ha instalado. Los datos de los cinco primeros meses de este año, comparados con los del año anterior, son preocupantes, como claramente revela la tabla siguiente, síntesis de la encuesta de ocupación hotelera del Instituto Nacional de Estadística.

Enero-Mayo
Viajeros
Pernoctaciones
Total
Residentes en España
Residentes en el extranjero
Total
Residentes en España
Residentes en el extranjero
2012
277.194
203.298
73.896
911.280
600.050
311.230
2011
319.521
250.085
69.436
1.018.128
691.607
326.521
Diferencia
-42.327
(-13,25%)
-46.787
(-18,71%)
4.460 (6,42%)
-106.848
(-10,49%)
-91.557
(-13,24%)
-15.291
(-4,68%)
Pueden consultarse el detalle mensual en: http://dl.dropbox.com/u/48698330/INE_Huelva.xls

La única cifra positiva es la del aumento del número de turistas extranjeros, si bien las pernoctaciones de estos, más representativas de la realidad, han bajado.
Globalmente, el descenso, tanto de viajeros como de pernoctaciones, presenta dobles dígitos, afectando sobre todo al turismo nacional. Esto último no es en absoluto sorprendente: la recesión nos está golpeando duramente a los españoles, y es lógico que la actividad turística se resienta.
Estos son factores del entorno que no podemos controlar, a veces las cosas vienen mal dadas, pero lo que sí podemos hacer es reaccionar. Y es en este punto donde la preocupación se agiganta, porque no se observa reacción significativa, ni del lado público ni del privado, más allá del lamento y de la manida (por reiterada) reivindicación de inversiones y de la mejora de ciertas infraestructuras de transportes que facilite nuestra accesibilidad. 
Parte de esa reacción debería ser, a mi entender, la definición de nuestra identidad como destino turístico, de nuestro modelo diferenciado como apuesta a medio/largo plazo. Pongo un ejemplo: cuando empezó a sentirse la crisis, allá por 2008, se argumentó que nuestro modelo (85% turismo nacional; 15% turismo internacional) nos beneficiaba, ya que, por razón de su coste, los destinos nacionales de proximidad serían más demandados. Hoy, sin embargo, lo que estamos viendo es que lo que mejor está evolucionando es el turismo extranjero: ante una demanda interna en caída libre (y lo que vendrá con la subida esperada del IVA), lo que tira es la demanda externa. ¿No será, entonces, que necesitamos cambiar el paso y hacer evolucionar nuestro modelo de forma tal que el turismo internacional gane más peso? Si es así, la premisa es que esto no se improvisa: se necesita un plan, y un plan integral, porque el turismo es una actividad económica muy compleja en la que convergen un amplio mosaico de agentes (e intereses) públicos y privados.
Habría, pues, que sentar a esos grupos de interés (sin olvidar a los agentes del conocimiento, a menudo ignorados) para definir ese modelo y ese plan de acción. Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato? ¿Quién lidera este proceso? He ahí otro gran problema: la ausencia de liderazgo, porque el desarrollo turístico es mucho más que promoción del destino. No contamos con un ente gestor del destino (una DMO, como se denomina técnicamente), que, entre otros recursos, se dote de la capacidad de obtener información para decidir con las máximas garantías posibles.
Puesto que la diferenciación del destino es la ventaja competitiva que hemos de perseguir (cómo si no podemos justificar niveles de precios superiores), sepamos que esto sólo se logra en la mente del turista, y que para ello contar con una marca reconocible y con visibilidad es esencial. Todo lo que sea confundir al turista potencial con signos identificativos diversos, todo lo que sea no preservar una identidad visual y de mensaje es un craso error, en el que corremos la tentación de caer (si no lo hemos hecho ya a tenor de un documento audiovisual recientemente elaborado).
‘Huelva la Luz’ tiene potencial para llegar a ser una marca potente; el concepto tiene fuerza, pero hay que desarrollarlo, y tiene que haber alguien detrás que haga ese trabajo. El presupuesto es importante, por supuesto, pero también la convicción, la creatividad y la capacidad para aglutinar a agentes diversos en torno a un proyecto común. Como dijo Domenico de Sole, exPresidente y máximo ejecutivo del grupo Gucci, “el verdadero poder está en la marca; es fundamental contar con una persona fuerte para impulsar e inspirar a la marca”.
Déjenme ofrecer algunas ideas, que no son sólo mías; en cualquier caso, son ideas que requieren de un plan para su concreción y que deben enmarcarse, antes que nada, dentro de un modelo a definir, para garantizar la coherencia del mensaje que transmitimos al exterior:
-Huelva la luz como destino saludable (por los demostrados efectos benéficos de la luz natural sobre nuestra salud), paso de entrada al segmento de turismo de salud, de bienestar.
-Huelva la luz como destino natural, por sus paisajes, por su biodiversidad (la luz es la gran moldeadora de la vida y los ecosistemas, cinceladora de su belleza). Son argumentos clarísimos (junto con nuestros endemismos de flora y fauna) para la potenciación de un turismo de naturaleza y tranquilo: nuestra naturaleza es un espectáculo que hay que saborear despacio.
-Huelva la luz como destino diferente por su luz diferente (como se demostró en su momento), que permite un turismo activo y al aire libre con confort climático durante prácticamente todo el año.
-Huelva la luz como la luz de las artes, esa luz que con tanta fuerza ha sido plasmada por artistas de la pintura, de la fotografía,… (argumento para el desarrollo de un turismo cultural).
-Huelva la luz como la luz de nuestros ancestros (puerta de entrada a un turismo patrimonial ligado a nuestra historia milenaria).
-Etc., etc., la luz de tantas cosas… ¿Verdad que hay mucho más que las imágenes y estereotipos de siempre?
Jeff Bezos, el fundador de Amazon, dijo en cierta ocasión que “tu marca es lo que dicen acerca de ti cuando tu no estás allí”. Por eso nuestros mensajes tienen que mantener una consistencia en el tiempo. Posicionar, prestigiar, hacer visible una marca con unos perfiles claros es una apuesta a largo plazo y un permanente ejercicio de coherencia. Es por eso que no podemos promocionar lo que sea ni como sea, sino con base en un plan que haya explicitado, que haya puesto negro sobre blanco para conocimiento general, qué queremos, qué buscamos, qué mensajes deseamos transmitir. Sólo así seremos eficaces y, a la vez, más eficientes.
Todo esto requiere una reflexión profunda, que me temo que no se está haciendo, entre otras razones por las urgencias del momento; pero hay que hacerla. Son tiempos de cambios acelerados que requieren de capacidad de reacción, pero teniendo claro nuestro norte.
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Publicado en HEconomia el 3-7-12.