miércoles, 30 de diciembre de 2015
martes, 22 de diciembre de 2015
A MODO DE CONCLUSIÓN DEL AÑO TURÍSTICO 2015
En este último post (digamos del año, pero quien sabe) me permito compartir algunas reflexiones, fruto de una mirada retrospectiva a un año turístico que, en general, parece haber sido bueno para España, al menos por el eco del bombo y platillo de los récords cuantitativos alcanzados. El crecimiento suma y sigue, pero ello no debiera nublar nuestra capacidad de análisis y de autocrítica constructiva, orientada a la mejora. ¿Dónde están los límites al crecimiento? El concepto de capacidad de carga asume, en este contexto, una renovada importancia, y en ciertas circunstancias es bueno parar y repensar el modelo a seguir para no repetir tics ya caducos que aún podamos arrastrar de los patrones de crecimiento que caracterizaron el siglo pasado.
-La primera cuestión sería si vendemos o nos compran. No pasemos por alto que se han vuelto a dar circunstancias exógenas, ajenas por tanto a nuestro control, que han desviado flujos de turistas internacionales hacia nuestro país, acompañados de una incipiente recuperación económica a escala doméstica. Si no somos capaces de fidelizarlos, se tratarían de turistas prestados: esas situaciones de conflicto e inestabilidad en destinos competidores no serán (cabe pensar) eternas.
-Para vender hay que segmentar los mercados y adaptar la oferta a las características de los segmentos identificados. Intentar vender de todo en todas partes no funciona, aunque parezca lo políticamente correcto.
-Para segmentar un mercado hay que conocerlo en profundidad, lo cual requiere invertir en investigación. En la industria turística este mensaje, teóricamente simple, aún no ha terminado de calar en muchos destinos. No suele invertirse lo suficiente (a veces nada) en conocimiento.
-Segmentar significa definir el tipo de turista que queremos atraer, y para el cual se va a articular un mensaje y una oferta cautivadores. ¿Serían capaces, en cada destino y empresa, de definir el perfil del turista que les interesa? Si no es así, y la respuesta resulta ser la demasiado habitual del todo vale, no estaremos vendiendo, sino que nos estarán comprando, lo que significa que no llevamos las riendas de nuestro futuro: lo hacen otros en nuestro lugar.
-Para diferenciarnos (la competencia en precios es una pésima apuesta, fruto de no conocer a nuestro cliente) necesitamos posicionar y consolidar marcas que transmitan valores que conecten con ese público que queremos atraer; hemos de dotarlas de un significado especial; contar historias que emocionen y lo refuercen. Obviamente esto requiere de una apuesta consistente a largo plazo, con el hándicap de que las políticas públicas en este ámbito, como en otros, se ven fuertemente condicionadas por racionalidades políticas con horizontes mucho más cortos: el buen gobierno requiere combinar la luz corta con la luz larga, no olvidarse de esta última.
-Los resultados empresariales se ven directamente condicionados por cómo un destino esté gestionado. Y digo gestionado, no promocionado solamente. En la generalidad de los casos, seguimos anclados en la promoción, lo cual no es en absoluto suficiente. El sector necesita dotarse de mecanismos robustos de planificación y coordinación. Más importante que las acciones son, hoy en día, las interacciones entre los muchos y diversos agentes intervinientes, privados y públicos. Por ejemplo, la percepción de la calidad viene muy determinada por el eslabón más débil de la cadena turística, de ahí la importancia de la planificación y coordinación referidas. Si con la promoción prometemos el paraíso y luego ese paraíso no es tal, el boomerang lanzado se volverá en nuestra contra inexorablemente; por eso es tan importante ser conscientes de las expectativas creadas y asegurarnos al máximo posible de que se cumplen. Su incumplimiento es lo peor que nos puede pasar.
-De la estandarización a la personalización. De la masa al trato singularizado. Siendo el turismo un negocio de volumen, ¿trabajamos suficientemente en la línea de compatibilizar dicho volumen con la microsegmentación del mercado? No se trata de explicarle al cliente potencial quién soy, sino de preguntarle (y darle) lo que quiere.
-En la mal llamada oferta complementaria está la mayor parte del valor añadido. Esa parte de nuestra oferta es, ahora, la que principalmente moviliza a la gente: el alojamiento es lo complementario. En general, éste ha dejado de ser el centro del universo turístico. Ya no se trata de que el turista pase por el destino, sino que el destino pase por el turista, y eso se consigue a través de lo que puede hacer y experimentar en el territorio que visita.
-No podremos distinguirnos por la excelencia en nuestros servicios si no cuidamos nuestro capital humano, lo cual exige profesionalización, formación, planes de carrera e incentivos,…siendo que todo esto se ve dificultado por la estacionalidad, que sigue siendo una gran asignatura pendiente y requiere de planes específicos que atiendan a los nuevos hábitos sociales y a la diversificación de la oferta y mercados emisores.
-El turismo no debe verse sólo como una actividad intensiva en mano de obra, que lo es (aunque con trabajos rutinarios progresivamente sustituibles por robots), sino como una actividad cada vez más intensiva en conocimiento y tecnología. Debe potenciarse esa otra faceta del turismo, ligada a la innovación y a la generación de nuevas soluciones. El concepto de los destinos turísticos inteligentes, que en 2015 ha dado lugar hasta a un Libro Blanco, ha llegado para quedarse y va en esa dirección. Las nuevas tecnologías derriban las viejas puertas puestas al campo.
-¿Qué es primero, el huevo o la gallina? En otras palabras, ¿la demanda o las infraestructuras de transporte? Aprendamos de la experiencia. Definamos nuestro modelo de negocio como destino y creemos la demanda: si nuestra oferta es suficientemente buena, atrayente, apelativa, la gente vendrá. Sobre la base de ese trabajo bien hecho, cuanto más fácil le hagamos la vida al turista (incluyendo la accesibilidad) mejor, pero lo primero es lo primero.
-No porque los proyectos vengan acompañados de financiación privada dejan de tener interés general, pues afectan a las comunidades locales receptoras de los flujos turísticos. Son las administraciones públicas quienes deben hacer su trabajo y velar porque dicho interés general prevalezca. Los grandes empresarios son muy importantes, pero no el único grupo de interés a escuchar y tener en cuenta. Las comunidades locales, además de las pymes y autónomos del sector, no pueden ser el eslabón olvidado. Su implicación en los procesos de desarrollo turístico es esencial, generando en ellas adhesión, no rechazo: el turismo, pese a ser una industria sin chimeneas, también puede generar impactos negativos (económicos, sociales y ambientales).
-La principal limitación está en nosotros mismos, en nuestra imaginación, en nuestra creatividad, en nuestra capacidad de organizarnos.
Y para los Reyes Magos una petición: que el nuevo gobierno, sea el que fuere, se tome en serio, de verdad, la primera industria nacional; que la cuide, que la mime, que deje de ser la hermana pobre en tantos aspectos, como la I+D+I y la meritocracia. Nos jugamos mucho, porque se trata de vender en un mercado global, no de esperar a que vengan a comprarnos, sin más. Y en este mundo en que nos ha tocado vivir, quien no corre vuela: hay que ir muy rápido simplemente para seguir estando en el mismo sitio, parafraseando a la Reina de Corazones del cuento de Alicia en el País de las Maravillas.
---
Post seleccionado como destacado por Hosteltur.
-La primera cuestión sería si vendemos o nos compran. No pasemos por alto que se han vuelto a dar circunstancias exógenas, ajenas por tanto a nuestro control, que han desviado flujos de turistas internacionales hacia nuestro país, acompañados de una incipiente recuperación económica a escala doméstica. Si no somos capaces de fidelizarlos, se tratarían de turistas prestados: esas situaciones de conflicto e inestabilidad en destinos competidores no serán (cabe pensar) eternas.
-Para vender hay que segmentar los mercados y adaptar la oferta a las características de los segmentos identificados. Intentar vender de todo en todas partes no funciona, aunque parezca lo políticamente correcto.
-Para segmentar un mercado hay que conocerlo en profundidad, lo cual requiere invertir en investigación. En la industria turística este mensaje, teóricamente simple, aún no ha terminado de calar en muchos destinos. No suele invertirse lo suficiente (a veces nada) en conocimiento.
-Segmentar significa definir el tipo de turista que queremos atraer, y para el cual se va a articular un mensaje y una oferta cautivadores. ¿Serían capaces, en cada destino y empresa, de definir el perfil del turista que les interesa? Si no es así, y la respuesta resulta ser la demasiado habitual del todo vale, no estaremos vendiendo, sino que nos estarán comprando, lo que significa que no llevamos las riendas de nuestro futuro: lo hacen otros en nuestro lugar.
-Para diferenciarnos (la competencia en precios es una pésima apuesta, fruto de no conocer a nuestro cliente) necesitamos posicionar y consolidar marcas que transmitan valores que conecten con ese público que queremos atraer; hemos de dotarlas de un significado especial; contar historias que emocionen y lo refuercen. Obviamente esto requiere de una apuesta consistente a largo plazo, con el hándicap de que las políticas públicas en este ámbito, como en otros, se ven fuertemente condicionadas por racionalidades políticas con horizontes mucho más cortos: el buen gobierno requiere combinar la luz corta con la luz larga, no olvidarse de esta última.
-Los resultados empresariales se ven directamente condicionados por cómo un destino esté gestionado. Y digo gestionado, no promocionado solamente. En la generalidad de los casos, seguimos anclados en la promoción, lo cual no es en absoluto suficiente. El sector necesita dotarse de mecanismos robustos de planificación y coordinación. Más importante que las acciones son, hoy en día, las interacciones entre los muchos y diversos agentes intervinientes, privados y públicos. Por ejemplo, la percepción de la calidad viene muy determinada por el eslabón más débil de la cadena turística, de ahí la importancia de la planificación y coordinación referidas. Si con la promoción prometemos el paraíso y luego ese paraíso no es tal, el boomerang lanzado se volverá en nuestra contra inexorablemente; por eso es tan importante ser conscientes de las expectativas creadas y asegurarnos al máximo posible de que se cumplen. Su incumplimiento es lo peor que nos puede pasar.
-De la estandarización a la personalización. De la masa al trato singularizado. Siendo el turismo un negocio de volumen, ¿trabajamos suficientemente en la línea de compatibilizar dicho volumen con la microsegmentación del mercado? No se trata de explicarle al cliente potencial quién soy, sino de preguntarle (y darle) lo que quiere.
-En la mal llamada oferta complementaria está la mayor parte del valor añadido. Esa parte de nuestra oferta es, ahora, la que principalmente moviliza a la gente: el alojamiento es lo complementario. En general, éste ha dejado de ser el centro del universo turístico. Ya no se trata de que el turista pase por el destino, sino que el destino pase por el turista, y eso se consigue a través de lo que puede hacer y experimentar en el territorio que visita.
-No podremos distinguirnos por la excelencia en nuestros servicios si no cuidamos nuestro capital humano, lo cual exige profesionalización, formación, planes de carrera e incentivos,…siendo que todo esto se ve dificultado por la estacionalidad, que sigue siendo una gran asignatura pendiente y requiere de planes específicos que atiendan a los nuevos hábitos sociales y a la diversificación de la oferta y mercados emisores.
-El turismo no debe verse sólo como una actividad intensiva en mano de obra, que lo es (aunque con trabajos rutinarios progresivamente sustituibles por robots), sino como una actividad cada vez más intensiva en conocimiento y tecnología. Debe potenciarse esa otra faceta del turismo, ligada a la innovación y a la generación de nuevas soluciones. El concepto de los destinos turísticos inteligentes, que en 2015 ha dado lugar hasta a un Libro Blanco, ha llegado para quedarse y va en esa dirección. Las nuevas tecnologías derriban las viejas puertas puestas al campo.
-¿Qué es primero, el huevo o la gallina? En otras palabras, ¿la demanda o las infraestructuras de transporte? Aprendamos de la experiencia. Definamos nuestro modelo de negocio como destino y creemos la demanda: si nuestra oferta es suficientemente buena, atrayente, apelativa, la gente vendrá. Sobre la base de ese trabajo bien hecho, cuanto más fácil le hagamos la vida al turista (incluyendo la accesibilidad) mejor, pero lo primero es lo primero.
-No porque los proyectos vengan acompañados de financiación privada dejan de tener interés general, pues afectan a las comunidades locales receptoras de los flujos turísticos. Son las administraciones públicas quienes deben hacer su trabajo y velar porque dicho interés general prevalezca. Los grandes empresarios son muy importantes, pero no el único grupo de interés a escuchar y tener en cuenta. Las comunidades locales, además de las pymes y autónomos del sector, no pueden ser el eslabón olvidado. Su implicación en los procesos de desarrollo turístico es esencial, generando en ellas adhesión, no rechazo: el turismo, pese a ser una industria sin chimeneas, también puede generar impactos negativos (económicos, sociales y ambientales).
-La principal limitación está en nosotros mismos, en nuestra imaginación, en nuestra creatividad, en nuestra capacidad de organizarnos.
Y para los Reyes Magos una petición: que el nuevo gobierno, sea el que fuere, se tome en serio, de verdad, la primera industria nacional; que la cuide, que la mime, que deje de ser la hermana pobre en tantos aspectos, como la I+D+I y la meritocracia. Nos jugamos mucho, porque se trata de vender en un mercado global, no de esperar a que vengan a comprarnos, sin más. Y en este mundo en que nos ha tocado vivir, quien no corre vuela: hay que ir muy rápido simplemente para seguir estando en el mismo sitio, parafraseando a la Reina de Corazones del cuento de Alicia en el País de las Maravillas.
---
Post seleccionado como destacado por Hosteltur.
lunes, 7 de diciembre de 2015
LOS HOTELES QUE INCORPORAN LA SOSTENIBILIDAD EN SU ESTRATEGIA MEJORAN SU POSICIONAMIENTO Y RENTABILIDAD
La incorporación de una estrategia proactiva
ambiental, así como una orientación al desarrollo sostenible de los hoteles,
mejora la competitividad de los mismos, aumentado sus resultados económicos y
su posicionamiento en los mercados, tal y como han contrastado los profesores
Antonio Montaño y Alfonso Vargas en una investigación desarrollada en la
Universidad de Huelva (España).
El profesor
Vargas, Catedrático de Organización de Empresas, ha dirigido esta Tesis
Doctoral, realizada por Antonio Montaño, cuyos resultados han demostrado de
forma clara la relación entre la sostenibilidad y los resultados de posicionamiento
y económicos de los hoteles, mejorando su competitividad y sostenibilidad en el
tiempo.
El estudio
trata de dar respuesta a cinco preguntas básicas sobre las pautas de gestión de
los alojamientos turísticos, en la búsqueda de la excelencia en la gestión y la
eficiencia y competitividad a través de la incorporación de la sostenibilidad
en la estrategia corporativa de los mismos.
1.-¿Qué
factores promueven la incorporación de estrategias ambientales?
Los
resultados afirman que tanto la presión normativa como la mimética dinamizan la
adopción de una estrategia medioambiental proactiva, en este caso, centrada en
la obtención de mejores percepciones de los stakeholders,
en la mejora de la cuota y de la penetración en nuevos mercados, así como de la
mayor aceptación por parte de la comunidad. En cambio, la presión legal,
coercitiva, genera estrategias reactivas.
Además, los
alojamientos con mayor cuota de clientes internacionales también presentan un
mayor desarrollo de la estrategia medioambiental.
2.-¿Qué
frena las estrategias sostenibles en los hoteles?
Encontramos
que existe un factor determinante que frena la adopción de estrategias ambientales
en los alojamientos: la falta de compromiso del estilo de dirección de la
compañía. Otros factores que podrían ser considerados a priori como generadores
de dicho efecto, como el tamaño o la falta de recursos financieros, no se
muestran en realidad como un obstáculo; es, por tanto, el capital humano, el
estilo de dirección y su falta de compromiso, los que suponen el auténtico
freno a las políticas ambientales en estas empresas.
3.-¿Qué
estrategia siguen los alojamientos turísticos sostenibles?
Los
alojamientos turísticos que desarrollan comportamientos estratégicos proactivos
lo hacen principalmente estableciendo objetivos a medio y largo plazo, así como
incorporando acciones de formación medioambiental a los trabajadores. A su vez,
se detectan estrategias de producto, esto es, incorporando tanto productos
ecológicos y/o reciclados entre las materias primas empleadas para prestar los
servicios y actividades habituales, como en la incorporación de sistemas y comportamientos propios orientados a la
reutilización y reciclaje de los productos y residuos generados. Finalmente, también
hemos detectado otra estrategia ambiental caracterizada por comportamientos
centrados en minimizar el impacto en el hábitat, en la integración con la
comunidad y la comunicación a clientes de las actividades que los hoteles
llevan a cabo para la implantación de sistemas de gestión ambiental que se
implementan en pro del desarrollo sostenible.
4.-¿Influye
de manera directa la sostenibilidad en los resultados de los alojamientos?
Los hallazgos
de la investigación nos han permitido contrastar que el rendimiento ambiental
(sostenibilidad), incide directamente en los resultados de los alojamientos. De
esta manera, encontramos que la integración de la eco-eficiencia entre las
rutinas organizacionales conlleva una mejora en los resultados de
posicionamiento de los mismos, mejorando la satisfacción de clientes y
trabajadores, así como posibilitando las
mejoras en innovación, la apertura a nuevos mercados y una mejora en la imagen
y reputación de los mismos.
Adicionalmente,
la percepción positiva de los alojamientos se traduce en la mejora de los
resultados económicos, posibilitándoles condiciones de mayor competitividad
frente a la competencia y generando mejores resultados y mayor rentabilidad
media que el resto.
5.-¿Cuáles son
los resultados económicos derivados de la sostenibilidad?
Podemos
diferenciar dos tipos de resultados consecuencia de la integración de los
recursos naturales en la estrategia empresarial. Los alojamientos que obtienen
un mejor rendimiento ambiental, consiguen mejores resultados de posicionamiento
(imagen, satisfacción y fidelización, mayor cuota de mercado y acceso a la
innovación), pero quizá lo más interesante que en este sentido hemos encontrado
es que existe una relación directa entre los alojamientos que presentan un buen
posicionamiento y sus resultados económicos, por lo que podemos decir que los
hoteles que integran los recursos naturales en su estrategia de gestión también
presentan mejores resultados económicos en forma de mayor rentabilidad, mejores
resultados económicos globales y mejor rentabilidad media que los alojamientos
de la competencia.
Tabla 1:
Resumen del modelo diseñado
Fuente: elaboración propia.
Finalmente, cabe decir que el modelo propuesto ya se
está implementando en la provincia de Huelva (España), a través de un plan estratégico
Sostenible para los hoteles de 3, 4 y 5*, mediante la incorporación de la
certificación Internacional QSostenible, lo que está permitiendo incorporar
criterios de eco-eficiencia y sostenibilidad en los alojamientos del
territorio, proyecto al que se ha sumado ya cadenas como Barceló Hoteles (la
compañía de mayor volumen de España) o ILUNION Hotels (antes Confortel) y que va a permitir a la
provincia de Huelva convertirse en el primer destino certificado sostenible,
así como posicionarse como referencia internacional del turismo sostenible.
---
Publicado en DIRHOTEL (Revista da Associação dos Directores de Hotéis de Portugal, ADPH), nº 18, Jul/Ago/Set 2015, pp. 32-33.
sábado, 5 de diciembre de 2015
ENTREVISTA PARA LA REVISTA HOSTELTUR DICIEMBRE 2015
¿Qué nos venden los partidos? Elecciones Generales 2015 y turismo
Ver: http://www.hosteltur.com/edicion-impresa
Texto completo de la entrevista realizada
Ver: http://www.hosteltur.com/edicion-impresa
Texto completo de la entrevista realizada
Inversión
Para el Partido Socialista Obrero Español
(PSOE) lo más urgente en materia de turismo es recuperar las inversiones para
este de estratégico sector, y volver a las cifras anteriores al Gobierno del
Partido Popular (PP). El PSOE asegura que en los últimos años de gobierno
popular el turismo ha perdido 1.300 millones de euros de inversión, lo que
representa un recorte del 57%.
Según manifiesta Sebastián Franquis, portavoz
socialista en Turismo, la reducción de inversión “no es aceptable para la que es
primera actividad económica del país”. Y añade que “en 2015 sólo el 0,8% de las
inversiones públicas totales han ido destinadas al turismo”.
Para el PSOE, según señala Franquis las líneas
fundamentales de sus propuestas en materia turística son la inversión en
destinos maduros “para evitar su obsolescencia”, el aumento de inversión en
promoción y “la necesaria coordinación” tanto entre las diversas
administraciones locales, autonómicas y nacional, como entre los sectores
público y privado “para acometer las iniciativas con eficacia”.
Mi opinión
Se olvida la inversión más importante, que es
el esfuerzo en I+D+I y en formación. Probablemente ahí esté el “gap” más severo cara al futuro. El turismo es
cada vez más una actividad intensiva en conocimiento, en inteligencia
competitiva, en soluciones tecnológicas que añadan valor en cada fase de la
experiencia turística. Falta estimular empresas de base tecnológica que
apliquen sus soluciones en los destinos y las empresas de servicios turísticos.
Al mismo tiempo, necesitamos elevar los niveles de profesionalización, porque
nuestra capacidad de competir no puede estar en los costes bajos, sino en la
diferenciación.
Coordinación
Por otro lado, el PSOE, de llegar al Gobierno,
se propone reactivar programas como el Plan Nacional e Integral de Turismo,
“que estaba destinado al periodo 2012-15,
pero que el PP no ha desarrollado en estos años, y que estaban
destinados a desarrollar iniciativas tanto en destinos maduros como emergentes”.
Para el PSOE otro de los problemas que tiene
el actual Gobierno del PP en materia turística es “la falta de liderazgo, que
impide la correcta coordinación entre las diferentes Administraciones. Nosotros
nos proponemos ir todos en la misma dirección en la inversión de recursos. Algo
que no ha ocurrido en los últimos años, con enfrentamiento entre
Administraciones”.
Mi opinión
Eso es fácil de decir pero difícil de hacer
dada la estructura descentralizada del Estado español, y máxime en un escenario
político en el que el reparto del poder va a estar más fragmentado. La solución
no viene tanto desde arriba como desde abajo, es decir, por cambiar los modelos
de gobernanza en los destinos, a la par
que redefinir qué se entiende por destino turístico, que no tiene por qué estar
constreñido a límites administrativos (provinciales, por ejemplo): en la mente
del turista (que es lo relevante) un destino puede estar conformado por dos
comarcas de provincias diferentes; o en una misma provincia, dada su
extensión y/o diversidad, pudiera existir más de un destino.
Es preciso pasar de entes que promocionan el
destino a entes gestores de los mismos. De la promoción a la gestión integral
del destino hay un salto grande, que incluye la coordinación entre las diversas
administraciones y entre los agentes públicos y privados (que no sólo las
empresas; también hemos de dar participación a otros grupos de interés, como
las propias comunidades locales receptoras de los flujos turísticos).
Calidad
y empleo
En cuanto a los niveles de calidad en los
destinos, Franquis incide en la actual situación del empleo y considera que la
reforma laboral del Gobierno ha deteriorado las condiciones de los trabajadores
del sector, incidiendo negativamente en la calidad del servicio.
Mi opinión
El principal problema no está en la reforma
laboral, sino en la estacionalidad de la actividad turística y en los estilos
de dirección en las empresas; si a eso se une una escasa rentabilidad, la
resultante es la reducción de costes, la precariedad en el empleo, la
inexistencia de una carrera profesional, la insatisfacción de quienes allí
trabajan y un empobrecimiento de la calidad en el servicio.
La clave está en reducir la estacionalidad y
en que los empresarios asuman que la capacidad de sus organizaciones para
prestar un servicio excelente, satisfacer a sus clientes y mantener unos
niveles de rentabilidad aceptables a medio/largo plazo está en las personas: en
su formación y en su motivación para desarrollar el trabajo. ¿Cómo plantear todo esto, incluido unas
expectativas de promoción y carrera profesional, en establecimientos que sólo
están abiertos 4-5 meses al año?
lunes, 30 de noviembre de 2015
TURISMO EN LA COSTA DE LA LUZ: LA CONEXIÓN HUELVA-CÁDIZ
Hace unos días,
el portavoz de uno de los partidos políticos emergentes en Andalucía y España,
en un foro empresarial local, retomó este manido tema y sostuvo que la
carretera que una Huelva y Cádiz de forma directa es una infraestructura
“necesaria”, aunque, no obstante, tendrá que tener “los respetos lógicos y
racionales y los estudios previos y necesarios para que no haya impacto sobre
el entorno de Doñana”. Muy propio de un político (que dicho sea de paso
flaquísimo favor está haciendo, junto con su formación, a una Andalucía estancada,
ayuna a más no poder de renovación e ideas frescas) que dice lo que el
auditorio desea escuchar pero sin decir en realidad nada: lo dicho equivale a
la nada, dada la absoluta falta de concreción.
En Abril de 1962,
el entonces gobernador civil de Huelva, Hernán Pérez Cubillas, elevó un informe
al gobierno de España titulado “Esto quiere Huelva…”, en el que, a partir de
una semblanza económica de la provincia (con sus recursos pero también con sus severas carencias), planteaba
cinco proyectos fundamentales del denominado “Plan Huelva”, el primero de los
cuales era el de “Promoción y Desarrollo de la Costa de Huelva”.
Comienza este
informe argumentando que “La provincia de Huelva, aunque potencialmente rica y
famosa por sus explotaciones mineras, tiene uno de los niveles de vida más
bajos de España” (p. 5), aseveración que sigue siendo igualmente cierta tras
más de cinco décadas.
Mucho de lo que
ya se proponía entonces aún está entre las asignaturas pendientes de hoy.
Muchas de las reivindicaciones presentes, y su justificación, siguen siendo las
mismas. Huelva continúa siendo una tierra de potencialidades, pero no tanto de
realizaciones.
Ya entonces se
planteó la “explotación turística de las playas” (p. 19) como una nueva fuente
de riqueza no industrial para la provincia, defendiéndose incluso la primacía
de este proyecto sobre el resto con base “en los efectos expansivos que para
toda la economía provincial caben razonablemente atribuir a una corriente
turística permanente y, sobre todo, al limitado costo de la puesta en marcha en
relación con la rentabilidad y beneficios que pueden conseguirse” (p. 25).
En dicho
documento puede leerse lo siguiente: “La demanda de playas y sol por el turismo
nacional e internacional, impone que entre en juego esta Costa (la última del
país que queda por ordenar y promover), que puede ofrecerse a un bajo costo de
explotación y competir airosamente con otras de la Nación en avanzado estado de
desarrollo” (p. 26). Se añade que “Los incentivos turísticos no pueden ser más
óptimos: 300 días de sol con un total de 3.000 horas al año, uno de los máximos
de la Península, que atraen un turismo permanente durante todo el año; playas
anchas, de arena fina bañadas por las mareas, bosques frondosos al lado de la
Costa; aguas dulces abundantes; ausencia de vientos molestos; y posibilidad de
construir en toda su extensión con visión directa del Océano. Además, un matiz
exótico y tranquilo le da extraordinaria personalidad y la diferencia de
cualquier otra” (p. 26).
Sólo había dos
obstáculos a superar: uno de tipo jurídico relacionado con la propiedad del
suelo (de titularidad pública) y otro la carencia casi total de comunicaciones,
que facilitaran, por un lado, un acceso rápido a la Costa desde Huelva y Sevilla
y, por otro, “la creación de un circuito turístico unitario desde el
Guadalquivir al Guadiana” (p. 26). Se pensaba que las provincias de Huelva y
Cádiz quedaran directamente unidas, no sólo por razón de interés turístico,
sino por su “gran trascendencia en otros sectores de la producción” (p. 27).
De este plan es
hija, por ejemplo, la carretera que une la aldea de El Rocío y la Playa de
Torre la Higuera, y el desarrollo del núcleo de Matalascañas siguiendo los
patrones de crecimiento y explotación costera de la época, que tuvo en el
Levante español y en la Costa del Sol sus principales exponentes.
Paradójicamente, pese a lo caduco que hoy ya resulta este modelo, caracterizado
por la masificación e intensivo, por tanto, en camas y pernoctaciones, aún encontramos
defensores del mismo, sobre todo desde capas empresariales ancladas en la
obsolescencia turística, que lo aplican allí donde pueden y les dejan.
El referido
documento anticipaba la necesidad de una carretera costera que uniese Cádiz y
Portugal: “La provincia de Huelva es la única de las españolas que carece de
carretera litoral; en otro tiempo no fue necesario, pero hoy se hace
indispensable. Para ir de Cádiz a Huelva hay que pasar previamente por Sevilla,
cuando por la costa la distancia se reduciría casi a la mitad. De esta
carretera costera, vieja aspiración de ambas provincias, hay realizados
estudios y varios proyectos” (p. 25).
Más de 50 años
después, la situación sigue siendo prácticamente la misma, dabas las
servidumbres y la asumida necesidad de preservar de impactos ambientales indeseables
una joya natural única en Europa como el espacio natural de Doñana, que une
pero que al mismo tiempo separa ambas provincias. Tras tanto tiempo y dimes y
diretes, la conexión marítima parece la única posible para articular ambas
zonas litorales con frontera natural en la desembocadura del río Guadalquivir,
dinamizando los flujos de intercambio de todo tipo, incluidos los turísticos. Tal
y como resume Flores Caballero (1992), “la unión de Huelva con Cádiz por
carretera a través del Coto de Doñana es un proyecto de 1876, proyecto que fue
nuevamente planteado en 1934 y 1943, para terminar en la década de los noventa
con dos corrientes en los planteamientos para su posible ejecución, una
conocida por la carretera norte y la otra por la carretera de la costa”. La
realidad es que esta infraestructura está en vía muerta y no hay visos de que
pueda resolverse la eterna incomunicación entre estas dos provincia vecinas
(único caso en España). La vía marítima cobra, por ello, especial importancia y
necesita ser estudiada en detalle y considerada seriamente. Es lo que
pretendemos hacer desde las universidades, si nos apoyan.
A pesar de la
riqueza que confiere a la provincia de Huelva su diversidad comarcal, de
ecosistemas, paisajes y, en definitiva, de recursos para el turismo, el
segmento de “sol y playa” ha sido (y sigue siendo aunque cada vez con más
matices) el gran protagonista, con una oferta localizada en el espacio conocido
como “Costa de la Luz”, que abarca no sólo la costa onubense, sino también la
costa atlántica de la vecina provincia de Cádiz. De hecho, en el análisis DAFO
del destino realizado por el Patronato Provincial de Turismo de Huelva en 2007,
entre sus principales oportunidades algunas se basan, precisamente, en el
aprovechamiento de ese diverso medio natural "como activo para el disfrute
y satisfacción del turista", que muestra un interés creciente por estos
aspectos. Además, entre otras, refleja la "proximidad con el Algarve
portugués, con Sevilla y Cádiz" pues "los turistas no entienden ya de
provincias sino de productos"; de ahí la intención de impulsar las
alianzas con estos núcleos turísticos cercanos. Intención que,
desafortunadamente y a la postre, no ha quedado más que en eso hasta ahora. Y
eso que cuenta con tres aeropuertos en la zona: Jerez, Sevilla y Faro.
La definición de
los destinos turísticos, con sus correspondientes entes de promoción o de
gestión (si es que estos últimos existen), está preñada de artificialidad
burocrática. Un destino turístico no lo define alguien en un despacho con un
mapa por delante. Somos tributarios de los corsés político-administrativos, sin
reparar en que esa delimitación se realiza en realidad en la mente del turista,
siendo, además, dinámica, pues suele cambiar con el tiempo. El turista puede
percibir dos comarcas de provincias diferentes como un único destino turístico:
la Costa de la Luz, por ejemplo, dadas sus similitudes geográfco-climáticas,
sin perjuicio dela rica variedad que a la vez coexiste en otros aspectos de
dicho territorio. O en una misma provincia, dada su diversidad, pueden
coexistir varios destinos turísticos, que resultaría más eficaz promocionar y
gestionar separadamente, en función de sus singularidades.
Estamos hablando
de una franja costera de unos 320 kilómetros: 200 kilómetros de playa en Cádiz
y 120 en Huelva (comprendida entre la desembocadura de los ríos Guadiana y
Guadalquivir), de extraordinario valor natural. Su situación, la más meridional
de la Península Ibérica, y su magnífico clima, la han hecho ser codiciada desde
milenios por tirios, tartesos, fenicios, griegos, romanos, visigodos o árabes.
Su oferta
turística en 2014, como puede apreciarse en los cuadros correspondientes del anexo
que se acompaña, que desglosan la parte gaditana de la onubense, suma un total
66.647 plazas hoteleras en 466 establecimientos, con 10.254 personas
ocupadas (todo ello en el pico de la temporada alta, en el mes de agosto). En
conjunto, como promedio anual, muestran tasas de ocupación en general por
encima del 50 por ciento, sin que podamos hacer abstracción de la creciente
estacionalidad de este segmento del mercado turístico, que necesita de
complementadores para fortalecerse.
Desde el punto de
vista cualitativo, este turismo de sol y playa ha visto mejorar su oferta, con
un incremento del número de banderas azules en playas y puertos durante el
período 2008-2014.
Dicho periodo ha
sido el elegido por venir a coincidir con el de la crisis que aún estamos
padeciendo. Por esta razón, la demanda actual (ver anexo) aún está lejos de las
cotas pre-crisis alcanzadas, de ahí la necesidad de apoyar su aún incipiente
recuperación, que parece será más palpable en 2015, con iniciativas
dinamizadoras como la referida conexión marítima.
La rentabilidad,
no obstante, se ha mantenido durante el quinquenio 2010-2014 (no existen datos
anteriores sobre la Costa de la Luz), al menos de los establecimientos
hoteleros de las grandes cadenas, tal y como refleja el Barómetro de Exceltur
(ver anexo).
La pelota vuelve
a estar en el tejado de los políticos gobernantes y de quienes les respaldan:
la han colocado ellos mismos. Hasta ahora no estuvieron a la altura de una
ciudadanía ya cansada de muchas promesas
pero de escasas realidades.
Más info en: http://alfonsovargassanchez.blogspot.com.es/2013/10/el-turismo-en-la-provincia-de-huelva-de.html
ANEXO
Oferta
Mes
|
Costa de la Luz-Huelva (2014)
|
|||||||||||
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
11
|
12
|
|
Establecimientos abiertos
|
54
|
61
|
56
|
71
|
72
|
98
|
101
|
104
|
97
|
78
|
61
|
53
|
Plazas
|
6.615
|
9.483
|
14.322
|
19.268
|
23.126
|
25.745
|
26.412
|
26.607
|
26.076
|
19.967
|
9.514
|
5.034
|
Personal ocupado
|
518
|
652
|
1.213
|
1.724
|
2.178
|
2.956
|
3.779
|
3.923
|
3.297
|
2.069
|
695
|
431
|
Fuente: INE. Encuestas de ocupación hotelera.
Mes
|
Costa de la Luz-Cádiz (2014)
|
|||||||||||
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
11
|
12
|
|
Establecimientos abiertos
|
176
|
193
|
214
|
299
|
318
|
333
|
350
|
362
|
344
|
258
|
218
|
189
|
Plazas
|
17.323
|
21.456
|
24.916
|
36.311
|
38.797
|
39.481
|
39.943
|
40.040
|
39.421
|
34.513
|
18.639
|
16.722
|
Personal ocupado
|
1.554
|
1.896
|
2.452
|
3.735
|
4.515
|
5.357
|
5.722
|
6.331
|
5.878
|
4.386
|
1.998
|
1.879
|
Fuente: INE. Encuestas de ocupación hotelera.
Grado de Ocupación
(2014)
|
Costa de la
Luz-Huelva
|
Costa de la
Luz-Cádiz
|
Por habitaciones
|
52,92%
|
53,67%
|
Por plazas
|
46,90%
|
47,58%
|
Por plazas en fin
de semana
|
54,23%
|
54,30%
|
Fuente: INE. Encuestas de ocupación hotelera.
Nº de playas con bandera azul: Costa de la Luz
AÑO
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
2013
|
2014
|
Huelva
|
5
|
10
|
8
|
7
|
8
|
8
|
6
|
Cádiz
|
15
|
21
|
24
|
20
|
21
|
26
|
27
|
Fuente: elaboración propia
con datos de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC).
Nº de puertos con bandera azul: Costa de la Luz
AÑO
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
2013
|
2014
|
Huelva
|
3
|
4
|
5
|
5
|
5
|
6
|
6
|
Cádiz
|
2
|
3
|
3
|
3
|
4
|
5
|
5
|
Fuente: elaboración propia
con datos de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC).
Demanda
Costa de la Luz-Huelva
|
||||||||
Establecimientos
|
Concepto
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
2013
|
2014
|
Hoteles
|
Viajeros
|
904.123
|
879.701
|
884.228
|
871.436
|
768.973
|
804.123
|
771.538
|
Pernoctaciones
|
3.295.630
|
3.309.723
|
3.485.049
|
3.474.075
|
3.021.359
|
3.140.398
|
3.174.854
|
|
Estancia Media
|
3,65
|
3,76
|
3,94
|
3,99
|
3,93
|
3,91
|
4,11
|
|
Campings
|
Viajeros
|
162.546
|
141.911
|
133.769
|
118.614
|
98.030
|
111.202
|
119.296
|
Pernoctaciones
|
747.813
|
767.574
|
721.977
|
561.488
|
534.298
|
483.232
|
935.288
|
|
Estancia Media
|
4,60
|
5,41
|
5,40
|
4,73
|
5,45
|
4,35
|
7,84
|
Fuente: INE. Encuestas de ocupación hotelera y de ocupación en campings.
Costa de la Luz-Cádiz
|
||||||||
Establecimientos
|
Concepto
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
2013
|
2014
|
Hoteles
|
Viajeros
|
2.027.523
|
1.888.841
|
1.755.595
|
1.712.579
|
1.619.729
|
1.685.144
|
1.660.322
|
Pernoctaciones
|
5.929.610
|
5.698.393
|
5.458.698
|
5.587.333
|
5.256.000
|
5.402.922
|
5.475.257
|
|
Estancia Media
|
2,92
|
3,02
|
3,11
|
3,26
|
3,24
|
3,21
|
3,30
|
|
Campings
|
Viajeros
|
226.149
|
243.154
|
218.119
|
219.430
|
207.416
|
195.166
|
230.750
|
Pernoctaciones
|
780.731
|
791.512
|
728.083
|
811.769
|
767.014
|
717.063
|
805.885
|
|
Estancia Media
|
3,45
|
3,26
|
3,34
|
3,70
|
3,70
|
3,67
|
3,49
|
Fuente: INE. Encuestas de ocupación hotelera y de ocupación en campings.
Rentabilidad
AÑO
|
Costa de la Luz-Huelva
|
Costa de la Luz-Cádiz
|
||||
ADR (€)
|
Ocupación (%)
|
RevPAR (€)
|
ADR (€)
|
Ocupación (%)
|
RevPAR (€)
|
|
2010
|
73,5
|
53,3
|
39,1
|
88,5
|
53,1
|
46,9
|
2011
|
81,1
|
51,9
|
42,0
|
87,4
|
53,8
|
46,9
|
2012
|
82,0
|
50,3
|
41,2
|
86,5
|
52,0
|
44,8
|
2013
|
71,2
|
51,3
|
36,4
|
85,8
|
52,6
|
45,0
|
2014
|
76,7
|
53,2
|
40,6
|
89,5
|
53,5
|
47,8
|
-ADR: Average Daily Rate o Tarifa Media Diaria,
€).
-RevPAR: Revenue per Avaliable Room o Ingresos por Habitación Disponible, €).
Fuente: Exceltur. Barómetro de la Rentabilidad y
el Empleo de los Destinos Turísticos Españoles.
---
Post seleccionado como destacado por Hosteltur.