miércoles, 18 de diciembre de 2013

LA ECONOMÍA DE HUELVA Y SU FUTURO

Como se pretende hacer una reflexión mirando hacia delante, y no hacia detrás, no vamos a reiterar aquí lo que es bien sabido por todos: las variables macroeconómicas nos siguen situando a la cola de las provincias españolas y andaluzas. Seguimos sin levantar cabeza, sin convertir nuestras potencialidades en realidades, sin crisis y, ya no digamos, con crisis.
Hoy por hoy, nuestra estructura productiva se sustenta en dos sectores principales, caracterizados por su estacionalidad: el agrícola y el turístico. Aún más este último, pues el primero ha ido alargando su actividad mediante una progresiva diversificación de sus producciones. Y esto es un hándicap.
Con todo, se vislumbran iniciativas que pueden dar unas bocanadas de oxígeno a la tan asfixiada y maltrecha economía provincial:
-El fundamental la reapertura de las minas, sobre todo, por su envergadura, las de Riotinto. Son de esos proyectos tractores por sus potentes efectos directos e indirectos sobre el empleo y la actividad económica, con una capacidad de arrastre de va más allá del ámbito comarcal. Están siendo muchos años de espera; sabemos que la tramitación de un proyecto de esta complejidad, acrecentada por la historia que arrastra, es muy tedioso -con sus cautelas económicas, sociales y ambientales-, pero también que la situación es agónica. Parece que empieza a verse la luz al final del largo túnel. Ahora el desafío es contar con el capital humano con los perfiles adecuados, y eso no se improvisa: hay que prepararlo con antelación. Sería trágico que por no planificar esta formación, muchos puestos de trabajo se cubrieran con personas de fuera.
-La construcción del centro de aviones no tripulados (conocidos como drones) en El Arenosillo, de llegar a concretarse, será otro revulsivo y fuente de atracción de mano de obra de elevada cualificación.
-En el ámbito comercial, el Centro Comercial Holea ya habrá abierto sus puertas cuando este artículo haya visto la luz, y será otro paliativo en términos de empleo, sobre todo para la capital.
-La agricultura empieza, aunque aun tímidamente, a evolucionar hacia la transformación industrial de sus productos primarios, hacia lo que se conocen como productos de cuarta y quinta gama. Las bases tecnológicas para ello están puestas, y ahí es donde hoy se genera la mayor parte del valor añadido. Más concretamente, el sector de las berries tiene condiciones para ser un referente no sólo en Europa, sino en el mundo.
-En el turismo, pese a sus evidentes potencialidades, es dónde la situación es más dudosa, por la falta de definición de un modelo y de vertebración del sector, consecuencia de una clara falta de liderazgo efectivo que asuma la imprescindible tarea de planificación y coordinación de los agentes que conforman el diverso mosaico turístico. Puede encontrarse una completa información en el siguiente trabajo que he publicado recientemente: http://alfonsovargassanchez.blogspot.com.es/2013/10/el-turismo-en-la-provincia-de-huelva-de.html
Hasta aquí los grandes proyectos, pero tan importante, o más, que estos, es la lluvia fina de pequeños emprendedores que se están lanzando a la aventura de iniciar un proyecto empresarial, en ocasiones con tecnologías y niveles de innovación sorprendentes. Poco a poco, el caldo de cultivo de una sociedad que valora especialmente a estos creadores de autoempleo, empleo para otros y, en definitiva, riqueza, va cambiando para bien, aunque sea por pura necesidad. También es cierto que las Administraciones Públicas tienen aún mucho por hacer para apoyar más eficazmente a estas personas que arriesgan sus modestas haciendas y su futuro.
No me olvido de la Universidad de Huelva, que será a medio plazo el gran motor de un cambio cultural, en la manera de pensar y ver el mundo de los jóvenes que construirán una Huelva más abierta y con nuevos horizontes. Ojalá seamos capaces de que nuestros talentos, esos que nos ha costado tanto formar, no se nos vayan, y lleguen a convencerse de que aquí también tienen posibilidades, aunque hoy por hoy no esté fácil. Y también que sus dirigentes sean capaces de alinearse más con los sectores de futuro de la provincia, que parecen estar bien delimitados y que también necesitan el apoyo de la generación y transferencia de conocimiento científico.
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Publicado en Revista RESURGIR, nº 25, Navidad 2013, p. 4.

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