miércoles, 7 de mayo de 2014

PROPUESTAS EN POSITIVO PARA EL TURISMO PROVINCIAL

Aparte de las ya recogidas en mi reciente obra  EL TURISMO EN LA PROVINCIA DE HUELVA: DE DÓNDE VENIMOS, DÓNDE ESTAMOS Y ¿HACIA DÓNDE QUEREMOS IR?, y que están en acceso libre en su capítulo 5 (http://alfonsovargassanchez.blogspot.com.es/2013/10/el-turismo-en-la-provincia-de-huelva-de.html), durante las últimas semanas han sido conocidos algunos otros documentos que merecen la atención de cualquiera con interés en este sector estratégico de la economía provincial. Así:

-La Escuela de Organización Industrial (EOI), a través de su Fundación (Fundación EOI), presentó un estudio titulado “Mapa de recursos turísticos de la provincia de Huelva”, que termina por definir una serie de líneas operativas de desarrollo (trece en concreto). No puede ser nuestro propósito desgranarlas todas aquí (el documento completo puede descargarse en: http://www.eoi.es/savia/documento/eoi-80213/mapa-de-recursos-turisticos-de-la-provincia-de-huelva), pero sí señalar algunas, quizás las más llamativas.
La primera propuesta que hacen es la creación de un Observatorio Turístico, que supla las carencias en el “área de inteligencia de mercado”  a través del “conocimiento del perfil del turista de la provincia, su evolución y los principales mercados emisores”. El asiduo lector que amablemente acompaña mis artículos en este medio recordará la serie que dediqué al “Observatorio que nunca existió”. En caso que se concretara algo a este respecto, yo propondría una denominación diferente (más bien un Centro de Estrategia Turística), ya que seríamos los últimos, y con años y años de diferencia, en incorporar esta herramienta de generación de conocimiento a nuestro mosaico turístico.
Otra muy sonora es la “creación de una marca turística global”, cuando realmente ya la tenemos desde 2005: HUELVA LA LUZ. Esto da idea de lo poco que se ha trabajado sobre ella en los últimos años para su consolidación como marca “paraguas” de todo el turismo provincial, tendiendo más bien a su dilución. La marca por sí sola, por buena que sea, no hace milagros: hay que dotarla de argumentos científicos, técnicos y artísticos para su posicionamiento, y puedo asegurar con pleno conocimiento de causa que en su génesis, y a partir del concepto de la luz, se planteó lo que ahora se dice en este estudio: “una marca turística que englobe todos los segmentos turísticos que existen en la provincia de forma homogénea”. La potencia y versatilidad de ese concepto (la luz de Huelva) daba para ello.

-La Diputación Provincial ha presentado recientemente los resultados de su proyecto NOS MOVEMOS, en el que se ha trabajado intensamente con una dinámica participativa a lo largo y ancho de la provincia (por tanto, también extensamente). Un meritorio intento con aportaciones muy ricas de los agentes del territorio en su más amplio sentido.  En lo que a la mesa de participación sobre “Patrimonio y Nuevos Modelos de Turismo”,  sus propuestas han girado sobre los siguientes ejes: Coordinación y Gestión, Sensibilización, Puesta en Valor (del patrimonio), Financiación y Difusión-Promoción.  Mis cinco prioridades fueron señaladas de la siguiente manera: 1.-Crear un Observatorio Turístico. 2.-Ente gestor para la promoción conjunta. 3.-Necesidad de una Estrategia Provincial. 4.-Crear un modelo turístico consensuado. 5.-Gestión del Patrimonio y coordinación público-privada.

-Por último, la Cámara de Comercio de Huelva, en colaboración con la Corporación Tecnológica de Andalucía, organizó las jornadas “Huelva Smart Destination”, que levantaron expectación y llenaron el salón de actos cameral. En ella se lanzó el “guante” de trabajar para convertir la provincia de Huelva en lo que hoy se conoce como un Destino Turístico Inteligente (DTI), un concepto aún difuso pero que se ha convertido en una prioridad para las autoridades nacionales e internacionales que rigen el turismo. En un destino como Huelva, donde casi todo está aún por hacer, si lo trabajamos adecuadamente podemos transformar esa aparente debilidad en una fortaleza, articulando mecanismos de inteligencia para la gestión del destino, en el sentido etimológico del término, es decir, de capacidad para entender o comprender (a los diversos tipos de turistas y sus cambios, por ejemplo) y de resolver problemas a partir de los datos que (transformados en información y con nuestro stock de conocimiento) nos pueden proporcionar las nuevas tecnologías. El desafío que está ante nosotros (por la acelerada evolución tecnológica) es de una envergadura que incluso escapa de nuestra cabal comprensión en todas sus implicaciones.
Desde mi propia definición, Un DTI es aquel que, a partir de una visión compartida por los actores que forman parte del mismo, y sobre los valores de la innovación y la sostenibilidad, hace un uso intensivo de las tecnologías para acceder y conversar con los visitantes (turistas y excursionistas) y obtener datos que, transformados en información, son usados para la co-creación y personalización de productos y para facilitar la interacción con e integración en el territorio. En suma:
*Para añadir valor a la experiencia turística (antes, durante y después del viaje) y para propiciar una gestión y comercialización más eficaz del destino y de las empresas. 
*Y para aumentar la calidad de vida de las comunidades locales (residentes)  mediante el uso de dicha infraestructura tecnológica.
No dejemos pasar este tren y pongámonos manos a la obra, porque de lo contrario nos quedaremos aún más fuera del “juego” competitivo. La cuestión es la de casi siempre: ¿quién lidera este proceso?

Pensemos en las tecnologías como vehículos para conectar con las emociones del viajero, y en las marcas como relatos a través de los cuales somos capaces de crear identidad con los turistas. En todo caso, la clave son las personas: no nos equivoquemos.
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Publicado en HEconomia el 05/05/14

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