lunes, 22 de agosto de 2016

CONTRA CORRIENTE (II)

Tras el post que escribí el domingo 21, en los estertores de los Juegos de Río (ver:http://alfonsovargassanchez.blogspot.com.es/2016/08/contra-corriente_21.html), me encuentro con esta portada de un medio de prensa nacional.


Podrá tacharse de más o menos triunfalista (las comparaciones dan para todo), pero no tengo nada que objetar: felicitaciones. De hecho, en ese post (http://alfonsovargassanchez.blogspot.com.es/2016/08/contra-corriente_21.html) decía que los triunfos deportivos al más alto nivel, como en unas olimpiadas, "hacen marca": la de España, o, según el zoom que se quiera aplicar, la de la respectiva Comunidad Autónoma, provincia o localidad natal del/a deportista. Cada cual lleva el ascua a su sardina.

Lo que deseo subrayar ahora es que también me gustaría ver -sería justo y bueno para el país- una portada de esta índole, por ejemplo: con científicos ilustres que, con los resultados de sus arduas investigaciones, han hecho posible un mundo mejor y han salvado millones de vidas; con  emprendedores que, tras arriesgarlo todo, han creado bienestar para tantísimas familias; con literatos, filósofos,...que han cambiado la vida de tanta gente con sus reflexiones y palabras; con artistas pintores que conmueven sin parar, atemporalmente, con sus creaciones;...y con muchos otros que, sin ser tan populares porque la lupa mediática no les llega o les llega poco, acumulan tantos merecimientos como el que más y también hacen Marca España, o Marca...Ni más ni menos.

No es cuestión de actualidad, porque estemos aún en modo Juegos Olímpicos y estos hayan proporcionado muy meritorios éxitos, que sólo se dan cada cuatro años. Es, a mi juicio, nuestra escala de valores como sociedad, que exagera hasta el empacho y la histeria con el deporte (con uno más que con otros), olvidando casi todo lo demás (excepto la política, que nunca falta). Sin restarle importancia, esto hemos de repensarlo, y los medios de comunicación de masas tienen mucha responsabilidad, por su capacidad de influencia al crear opinión, al encumbrar y presentar determinados arquetipos de éxito, y no otros, que terminan por mimetizarse de forma irreflexiva y desequilibrada. 

A veces parece necesario recordar lo obvio: necesitamos del deporte y de buenos deportistas, pero no sólo; igual que necesitamos de la política y de buenos políticos, pero no sólo (uff...esto es harina de otro costal...).

P.D.: La hipérbole final es que a nadie parece habérsele ocurrido hablar o escribir de la Marca UE. Sintomático, ¿no cree?

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