Reproduzco seguidamente la totalidad del cuestionario que me pasaron hace algo más de un mes, por si a alguien le pudiera interesar mis puntos de vista.
1. ¿En qué año llegó a la
Universidad de Huelva?
Estoy en ella desde sus orígenes, desde
aquella época del Colegio Universitario de La Rábida hasta la actualidad,
pasando por la creación de la UHU en 1993.
2. ¿Qué cambios ha visto a
lo largo de estos años?
Su extraordinario, aunque quizás no
suficientemente bien planificado, crecimiento. Desde las famosas tres
facultades de las reivindicaciones de 1988 (que en realidad comenzó siendo sólo
una) , y la exigua oferta de estudios superiores que existía entonces, a lo que
tenemos ahora media un abismo.
3. ¿Cuáles son las
asignaturas pendientes de la UHU?
Fundamentalmente una, que es la más
importante de todas: tener una clara visión de lo que quiere ser, de su propio
modelo, de su propia personalidad, de aquellos campos de especialización en los
que queremos hacernos más fuertes y por los que proactivamente apostamos para
ganar una posición de prestigio nacional e internacionalmente. Es muy dudoso
que en el contexto actual y con nuestro tamaño el modelo de universidad generalista que tenemos sea
sostenible: no se puede ser excelente en todo. Esta ecuación no ha sido resuelta en todos estos años. En lugar de dispersar, se trataría de hacer converger los esfuerzos y los recursos limitados para ser más eficaces en esa búsqueda de la excelencia.
4. En la apertura del
curso, en el pasado mes de septiembre, Francisco José Martínez apuntaba a los
problemas de financiación ante el impago de las partidas aprobadas por las
administraciones. ¿Hasta qué punto lastran estas cuestiones de Tesorería a la
Onubense?
Desde mi vivencia personal, la
investigación ha sido la mayor damnificada. Aunque quizás sea lo que menos
percibe la sociedad, es uno de los dos pilares esenciales de la actividad de
una universidad, junto a la docencia. Lo demás es accesorio. La situación en
materia de apoyo a la investigación ha sido calamitosa en estos últimos años.
5. ¿Cuál diría que ha sido
el mayor logro del rector saliente?
El acercamiento de la universidad a la
sociedad local. Ha hecho un gran e innegable esfuerzo en este terreno, que ha
dado frutos.
6. De cara a las futuras
elecciones y a su juicio, ¿cuál debería ser el perfil ideal del nuevo rector?
¿Maneja alguna quiniela de candidatos?
Yo no soy de quienes manejan quinielas de
nombres, sino de perfiles y de trayectoria. Mi molde de rector ideal sería:
-El de un catedrático de acreditado
prestigio, con peso y respetado entre sus pares, que transmite seriedad y
hondura intelectual. Y eso, guste o no, hoy pasa sobre todo por un sólido
curriculum investigador.
-Que tenga un genuino sentido de lo que
significa gobernar: en esencia, tener claras las prioridades y asignar los
recursos congruentemente. Que posea un proyecto de futuro bien articulado, lo
defienda y sea consistente en sus decisiones, sin perjuicio de su capacidad
para negociar; que sea valiente y adopte posturas claras, yendo más allá de lo
epidérmico, de lo superficialmente visible.
-Y de lo que particularmente significa
gobernar una universidad, en la que el principio del mérito y la capacidad es
su piedra angular. Que comparta que por encima de la afinidad está la
capacidad, también para los puestos de gestión que habrá de designar.
-Con experiencia en gestión
universitaria, esa experiencia que permite conocer bien la “casa” por dentro.
-Que comunique bien. Serán tiempos de
cambio, en los que se deberán tomar decisiones difíciles, que habrá que saber
explicar a la comunidad universitaria y a nuestros socios externos. Esto va paralelo a la transparencia en la gestión.
-Con un bagaje internacional amplio y que
hable varios idiomas. Sin perjuicio de su foco en las comunidades locales, las universidades hoy en día deben proyectarse en el mundo.
-Alguien que no se identifique con un
determinado marchamo o sesgo político y que, por tanto, pueda más fácilmente
conciliar adhesiones de todo tipo de agentes externos.
La suma de todo estos perfiles de
liderazgo probablemente defina una utopía, pero son los fundamentos que buscaré
en los candidatos que se presenten.
7. ¿Y sus líneas de
actuación básicas?
Abordar con valentía esa asignatura
pendiente referida más arriba: que sea capaz de liderar una reflexión profunda
acerca del futuro de la institución, su diseño estratégico a medio y largo
plazo, la elaboración de una hoja de ruta clara que nos haga entender qué
buscamos, por qué y para qué hacemos lo que hacemos. Por ejemplo, por qué
convienen unas titulaciones sí y otras no, por qué unas líneas de investigación
son más prioritarias que otras y deben ser especialmente apoyadas, etc. Quien
gobierna tiene que tener una posición, explicarla y actuar congruentemente con
ella. No puede estar al albur de los vaivenes internos y externos.
Todo lo demás es de relativamente menor importancia y subordinado a esto. Quizás es tiempo de plantearse si lo prioritario no sería consolidar lo que tenemos, con un alto nivel de calidad, antes de acometer otras aventuras.
Todo lo demás es de relativamente menor importancia y subordinado a esto. Quizás es tiempo de plantearse si lo prioritario no sería consolidar lo que tenemos, con un alto nivel de calidad, antes de acometer otras aventuras.
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