Bienvenida

¡GRACIAS POR SU INTERÉS!

Bienvenido/a a este blog, que nace, con el año 2012, como vehículo para la transferencia y divulgación del conocimiento, particularmente en materia de turismo. Como complemento:

-He aquí el documento resultado de casi cinco años (2010 a 2014, 55 artículos) escribiendo cada mes en HECONOMIA, con análisis y propuestas para el turismo provincial: https://www.dropbox.com/s/oblyls2fi3tov7g/HEconomia_2010_2014_55_articulos.pdf?dl=0

-Los 12 artículos de la sección EL MURO del diario Huelva Información (año 2015): https://www.dropbox.com/s/sqlyhbqu1hc7if1/ElMuro_HI_2015.pdf?dl=0

-Y las múltiples colaboraciones en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/usuario/vargas

Además, en la siguiente URLs encontrará más, mucho más, sobre mi actividad académica (mi legado): https://padlet.com/alfonsovargassanchez/cvm56nauhvrhsnua

Y lo más importante: ¿aún no conoce Huelva? Descúbrala en el siguiente enlace y en la presentación que sigue: http://www.turismohuelva.org - https://www.dropbox.com/s/8ada1ku91qtoknc/AunNoConocesHuelva.pps?dl=0

jueves, 24 de junio de 2021

LAS CICATRICES DE LA PANDEMIA EN EL DESTINO HUELVA

Las cicatrices provocadas por la COVID-19 van más allá de lo que podemos expresar en cifras. No obstante, siguen algunos datos para poner de manifiesto, aunque sea parcialmente, el impacto que la crisis provocada por la pandemia ha tenido en el turismo de la provincia onubense. Éste es una instantánea del paisaje después de la batalla librada en 2020, que continúa en 2021.

Variable

2019

2020

2020/2019

Hoteles: nº total de viajeros

1.078.946

478.136

44’3%

Hoteles: nº total de pernoctaciones

4.171.650

1.564.037

37’5%

Hoteles: % pernoctaciones de turistas extranjeros

30’96

11’50

37’1%

Nº total de turistas

2.578.143

1.103.370

42’8%

Gasto turístico total (€)

1.141.458.923

514.864.016

45’1%

Nº de contratos

87.171

42.960

49’3%

Nº de visitas al Museo de Huelva

21.005

7.717

36’7%

Nº de visitas al Muelle de las Carabelas

255.273

77.962

30’5%

Nº de visitas al Parque Minero de Riotinto

96.975

41.803

43’1%

Índice sintético de percepción del destino (sobre 10)

7’9

8’5

107’6%

Fuentes: ver https://alfonsovargassanchez.blogspot.com/2021/06/el-turismo-en-la-provincia-de-huelva.html - Nota: Los datos del 2020 cuya fuente es el INE son provisionales.

 

Actividad (división CNAE 2009)

Nº de unidades legales empleadoras

Nº de trabajadores autónomos

1-1-2020

1-1-2021

Variación anual (%)

1-1-2020

1-1-2021

Variación anual (%)

55

115

101

(41 con ERTE)

-12’2%

144

133

-7’6%

56

1.639

1.469

(142 con ERTE)

-10’4%

3.248

3.126

-3’8%

79

25

19

(10 con ERTE)

-24’0%

108

98

-9’3%

55: Servicios de alojamiento - 56: Servicios de comidas y bebidas - 79: Actividades de agencias de viajes, operadores turísticos, servicios de reservas y actividades relacionadas con los mismos

Fuente: Elaboración propia con datos del INE (Coyuntura Demográfica de Empresas).

Mi respeto y admiración a los empresarios y trabajadores del sector que luchan por salir adelante y cuidar a sus clientes en estas circunstancias tan adversas.

Para saber más sobre cómo la pandemia de la covid-19 ha afectado al sector turístico provincial, puede verse el siguiente programa del canal de tv Teleonuba: parte 1ª - parte 2ª.

(Post nº 374 en este blog)



miércoles, 23 de junio de 2021

ALGUNOS INDICADORES DEL TURISMO EN LA PROVINCIA DE HUELVA: MAYO 2021

(Sin comentarios, para que cada quien se forme su propia opinión exclusivamente con base en los datos,  presentados con cierta perspectiva temporal)

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (p = provisional)





Nota: Los meses anteriores también pueden consultarse en este blog.  

Abril 2021: https://alfonsovargassanchez.blogspot.com/2021/05/algunos-indicadores-del-turismo-en-la.html

(Post nº 373 en este blog)


lunes, 21 de junio de 2021

SOBRE EL REPOSICIONAMIENTO Y LA DEFINICIÓN DEL DESTINO HUELVA

Me refiero a la entrevista publicada en el día de ayer, en la que aludía al primer concepto como una oportunidad y al segundo como un asunto pendiente a nivel provincial: https://www.huelvainformacion.es/huelva/Alfonso-Vargas-oportunidad-reposicionar-Huelva_0_1584443067.html

Aunque ambos están relacionados (el segundo nos debe llevar al primero), me valdré de algunas reflexiones y datos para ser más explícito.

Como cualquier producto, un destino turístico debe ser reconocido por el cliente/turista por determinados atributos movilizadores de la acción de compra. Es algo que los estrategas intentan lograr a través, sobre todo, de acciones de marketing apoyadas en una marca, consistentes en el tiempo y en su mensaje en función del público que se desea atraer.

Por tanto, lo primera tarea es definir los perfiles de esos públicos diana y, en función de las características de cada uno de ellos, construir un producto y un mensaje apelativo sobre la base de qué es lo que les moviliza y el destino les puede ofrecer en función de sus recursos (también de cuáles son los elementos que les disuaden). Evidentemente, familias con niños o parejas sin niños son segmentos diferentes que han de ser abordados de forma distinta, de la misma manera que la oferta, el mensaje y el canal no pueden ser los mismos si queremos atraer nómadas digitales o turismo senior internacional. Necesitamos acciones específicas, no genéricas.

Definir un modelo para el destino significa, entre otras cosas, definir cómo nos posicionamos en el mercado turístico nacional e internacional, con las ideas claras acerca de esos públicos diana y de cómo llegar hasta ellos para convencerlos con nuestra oferta y nuestro mensaje. Al final, el éxito o el fracaso se consigue en la mente del turista/cliente, si logramos que éste nos perciba tal y como deliberadamente queremos. El peor escenario es que ni siquiera nos reconozca (la no imagen).

Para ello, las ideas fuerza tienen que ser muy nítidas y consistentes con los recursos del territorio. En un destino que destaca, sobre todo, por su patrimonio natural, parece claro que la eco-sostenibilidad debería ser una de ellas, pero no basta con decirlo (ahora todos lo dicen), sino que hay que demostrarlo con hechos (por ejemplo, apostando por la aplicación de los principios de la economía circular en los destinos).

Igualmente, la calidad es otra de esas ideas fuerza, que si no las respaldamos de forma inequívoca quedará en un mero envoltorio de comunicación sin una base sólida que la sustente. Pongamos el ejemplo de las certificaciones de calidad. El cuadro siguiente muestra una serie de datos comparativos correspondientes al año 2020.

Nº de certificaciones

Provincia de Huelva

Provincia de Cádiz

Provincia de Almería

Total

Andalucía

Q de Calidad Turística (a)

9

83

40

320

Safe Tourism Certified (b)

7

32

56

293

SICTED (Sistema Integral de Calidad Turística Española en Destinos) (c)

3

6

4

51

Playas con bandera azul (d)

7

32

32

100

Fuentes: (a) https://www.calidadturistica.es/Index.aspx?IdPage=EntidadesCertificadas (b) https://www.calidadturistica.es/Index.aspx?IdPage=EntidadesCertificadasSTC (c) https://www.calidadendestino.es/Contenidos/ConsultaDestinosEstablecimientosDistinguidos.aspx (d) http://www.banderaazul.org/playas-2020

Los datos hablan por sí solos, y sin reconocer nuestros espacios para la mejora no será posible avanzar. Como en tantos otros, éste no es un problema de promoción, sino de apuesta estratégica y gestión del destino. Este ejemplo es sólo un botón de muestra de esa falta de definición de nuestro modelo, que, sobre la base de ejes fundamentales como la calidad y la sostenibilidad ambiental (entre otros), ha de ser un modelo que aporte diferenciación, singularidad sobre nuestros más directos competidores. Sólo así podremos aprovechar en la mayor medida posible las oportunidades que nos brindan los cambios derivados de la pandemia.

Tiempos de cambio son tiempos de oportunidades, pero más que las palabras importan los hechos; no tanto lo que se dice, como lo que se hace y se puede acreditar. El conformismo derivado del buenismo que a menudo nos caracteriza es un freno al progreso.



(Post nº 372 en este blog)

 

viernes, 11 de junio de 2021

EL REINICIO DEL TURISMO

Dejando a un lado el “parche” del verano pasado, con un turismo muy constreñido por la ausencia de vacunas contra la COVID-19 y las consiguientes incertidumbres sanitarias y político/administrativas, el genuino reinicio lo estamos empezando a vivir en estos días. 

Es una muy buena noticia, porque deseamos pasar página y dejar atrás este tiempo sombrío de pandemia. Pero el análisis ha de ser más fino, con sus matices. Así, ciertos signos de este relanzamiento pueden ser interpretados de forma positiva o negativa, según se miren. 

Por un lado, aunque con diferentes velocidades dependiendo de segmentos y áreas geográficas, la regeneración progresiva de la confianza en los viajes, la retirada paulatina de las restricciones a la movilidad, la liberación de la demanda y del ahorro embalsados durante todo este tiempo de hibernación darán lugar a corto plazo al llamado “efecto champán”, con un desbordamiento temporal que nos acercarán pronto (si no pecamos de exceso de confianza e imprudencia sanitaria) a las cifras pre-pandemia, sobre todo a nivel de turismo doméstico. 

Por otro, nos encontramos con signos que hacen cuestionar la capacidad de aprendizaje y de cambio de una actividad que parece guiar su capacidad de resiliencia hacia un escenario básicamente estático, es decir, de vuelta al “business as usual”. Lo sucedido hace unos días en Venecia, con la estampa del regreso de cruceros gigantes pasando junto a la icónica Plaza de San Marcos, nos retrotrae 17 meses en el tiempo y nos re-sitúa en la misma controversia de entonces, en la que se mezclan la decepción de unos (que protestan por el impacto ambiental) con la satisfacción de otros (que necesitan de este impulso económico). 

Esta estampa es un símbolo del retorno a la “vieja” normalidad, aunque muchos nos preguntamos si es esa la normalidad a la que deberíamos aspirar; en otras palabras, si la capacidad de resiliencia no debería ser más dinámica y volcarse hacia la búsqueda de alternativas más eco-sostenibles y de nuevas oportunidades para la recuperación y transformación de una actividad de la que no podemos prescindir.

¿Ha sido la pandemia un simple paréntesis, que ahora empieza a cerrarse, para volver a donde estábamos antes? Seguramente a corto plazo es inevitable. Volveremos a lidiar con los problemas (localizados en el tiempo y en el espacio) derivados de la masificación y el sobre-turismo, a discurrir sobre los límites del crecimiento…o sea, a replantearnos aquellos problemas en los que estábamos instalados cuando sobrevino el desastre del SARS-CoV-2. Un “déjà vue”.

El cambio no suele ocurrir espontáneamente, es necesario provocarlo, y ahí es donde entra en juego el entorno institucional del turismo: administraciones públicas, asociaciones empresariales/profesionales, líderes del sector…De ahí que esa inevitabilidad ya no resulte tan clara a medio/largo plazo por los planes que se conocen, si bien los resultados de su ejecución está por ver.

Aunque la gran máquina del crecimiento turístico se está reactivando, apostaría porque algunos aspectos del legado de esta pandemia (en la que, no lo olvidemos, aún estamos) podrían (incluso deberían) quedar con nosotros. Por ejemplo, una mayor preocupación por la higiene y la seguridad sanitaria (por la bioseguridad en el turismo); una mayor atención al medio rural, ese que ha servido de refugio a tantos urbanitas y que nos ha dado de comer durante los periodos de confinamiento (la pandemia ha creado más eco-turistas); un mayor aprecio al patrimonio natural (un turismo más responsable, en general, con el medio ambiente); un renovado aprecio por el conocimiento científico, con las nuevas tecnologías como gran aliado para entender mejor, y atajar, los problemas de empresas y destinos turísticos (la ciencia, no lo olvidemos, es la que nos está sacando de la crisis sanitaria y de la crisis económica, directamenteen en el caso de la primera e indirectamente en el de la segunda); etc. Más difícil, aunque también aconsejable, será adoptar hábitos comunes en otras culturas, como llevar mascarilla y mantener cierta distancia cuando padecemos un proceso gripal o similar (para evitar contagiar a otros) o no abandonar el lavado frecuente de manos.

Pero al mismo tiempo, el hecho (positivo) de que la causa de la eco-sostenibilidad haya ganado adeptos no debe derivar en el recrudecimiento de planteamientos como el del movimiento “flight shame”, o “vergüenza de volar”: no se trata de volver a la prehistoria de los viajes, dejando de viajar en avión largas distancias (en cortos radios puede haber alternativas) y restringiendo el turismo de este modo, sino de trabajar para que las aeronaves sean mucho más eficientes y minimicen su huella de carbono, en cada viaje y en el total de viajes (una cosa es sensibilizar sobre las externalidades negativas que generan los viajes, y otra crear una mala conciencia entre quienes desean/necesitan viajar). De la misma manera, volviendo al caso antes citado, no se trata de eliminar el turismo de cruceros, sino de hacer que estas naves (particularmente las de gran tamaño) sean menos contaminantes y atraquen en lugares (y momentos) que no causen el impacto de la foto con la que se cierra este post.  La balanza entre impactos económicos, sociales y ambientales ha de equilibrarse, manteniendo la esencia del turismo como fenómeno que nos abre al mundo y hace que nos sintamos parte del mismo.

Esto último, por cierto, tiene que ver con la pandemia, que no terminaremos de resolver con la mirada estrecha de nuestro privilegiado espacio económicamente desarrollado: la enorme disparidad en los ritmos de vacunación entre distintas partes del mundo revela la injusticia de unos desajustes que terminarán por afectarnos a todos, vivamos donde vivamos. Esta visión sistémica falta en casi todos los análisis que conozco.

Como le aconsejó Don Quijote de la Mancha a Sancho Panza, cuando éste fue nombrado gobernador de la Ínsula Barataria: “No seas siempre riguroso, ni siempre blando, y escoge el medio entre estos dos extremos, que en esto está el punto de la discreción”. En suma, un mensaje de moderación y equilibrio, cualidades que adornan a todo buen gobernante, al nivel que sea.


P.D.: Esa resiliencia, de un tipo u otro, pasa por diversificar los mercados de origen. Es llamativa la actitud casi suplicante respecto a las autoridades de ciertos países (uno en particular que está en la mente de todos) para que permitan a sus nacionales viajar a nuestros destinos sin restricciones, para que nos cambien la luz del semáforo, para…Deberíamos aprender esta lección, producto de la excesiva dependencia de un determinado mercado emisor. Hace ya muchos años escuché a un representante del gobierno de un país tercero hablar de la genuflexión que puede llegar a provocar la dependencia del turismo internacional. Entonces me pareció muy exagerado, pero ahora soy capaz de entender a qué se refería. 

(Post nº 371 en este blog)


jueves, 3 de junio de 2021

EL TURISMO EN LA PROVINCIA DE HUELVA: 2020, EL PRIMER AÑO DE PANDEMIA, EN 10 FLASHES

(Sin comentarios, para que cada quien se forme su propia opinión exclusivamente con base en los datos,  comparados con los de 2019)











(Post nº 370 en este blog)