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Bienvenido/a a este blog, que nace, con el año 2012, como vehículo para la transferencia y divulgación del conocimiento, particularmente en materia de turismo. Como complemento:

-He aquí el documento resultado de casi cinco años (2010 a 2014, 55 artículos) escribiendo cada mes en HECONOMIA, con análisis y propuestas para el turismo provincial: https://www.dropbox.com/s/oblyls2fi3tov7g/HEconomia_2010_2014_55_articulos.pdf?dl=0

-Los 12 artículos de la sección EL MURO del diario Huelva Información (año 2015): https://www.dropbox.com/s/sqlyhbqu1hc7if1/ElMuro_HI_2015.pdf?dl=0

-Y las múltiples colaboraciones en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/usuario/vargas

Además, en la siguiente URLs encontrará más, mucho más, sobre mi actividad académica (mi legado): https://padlet.com/alfonsovargassanchez/cvm56nauhvrhsnua

Y lo más importante: ¿aún no conoce Huelva? Descúbrala en el siguiente enlace y en la presentación que sigue: http://www.turismohuelva.org - https://www.dropbox.com/s/8ada1ku91qtoknc/AunNoConocesHuelva.pps?dl=0

martes, 14 de marzo de 2023

ELECCIONES MUNICIPALES 2023: CARTA A LOS “REYES MAGOS” (IV)

En la primera de estas cartas ya me referí a la evolución del número de habitantes de la ciudad de Huelva, “que, tal y como nos dice el INE, no para de decrecer desde 2010 -cuando se rozó la cifra de los 150.000 habitantes-, situándose en 2022 a un nivel que ya teníamos en 1990)”. Y a que alguna reflexión, así como propuestas fundamentadas (sin necesidad de que sean originales, pioneras, referentes u otro calificativo tan rimbombante como vacuo que tanto suele gustar por estos lares), debería merecer este hecho por parte de los candidatos/as a la alcaldía. Tomando los últimos quince años, dicha evolución se puede observar en el gráfico siguiente, que se resume en una pérdida de 6.173 habitantes, es decir, del 4,2%:

Explicar este declive poblacional recurriendo a una adversa, y generalizada, evolución demográfica es una falacia. Aunque el crecimiento vegetativo de la población (nacimientos menos defunciones) en el municipio de Huelva viene siendo negativo desde 2016 (-948 en el sexenio 2016-2021), en el conjunto de los últimos quince años en los que estas cifras están disponibles (2007-2021) el saldo ha sido bastante positivo, en concreto 3.262 nacimientos más que defunciones. Por tanto, pese a este crecimiento natural positivo, la población total siguió cayendo. Para explicarlo, los datos del Censo Electoral de Residentes en el Extranjero (tomados a 1 de enero de cada año), también del INE, son reveladores. Tomando nuevamente los quince últimos años disponibles, en este caso entre el 1 de enero de 2023 y el 1 de enero de 2009, el número de españoles mayores de 18 años que residen habitualmente en el extranjero o han trasladado al extranjero su residencia habitual con municipio de origen en Huelva, aumentó en 1.438 personas. En total, 3.038 onubenses mayores de edad tienen a efectos electorales la condición de emigrantes.

A pesar del aumento de la inmigración (respecto a 2008, en 2022 residían en Huelva capital 1.120 personas más nacidas en el extranjero) y un crecimiento vegetativo o natural positivo (aunque con una evolución contraria en los últimos seis años), ha crecido la emigración y la población total disminuye. Saquen ustedes sus propias conclusiones y, si es posible, conéctenlas con el modelo de ciudad, de desarrollo económico y la generación de oportunidades de empleo que nos deben proponer cada una de las formaciones políticas que se presentan a los inminentes comicios electorales para que, supuestamente, podamos depositar nuestro voto de forma reflexiva. Eludo las casi eternas carencias de infraestructuras de transporte y comunicaciones, por no estar en la esfera competencial de las administraciones locales y porque no pueden convertirse en una excusa para la parálisis.

Completaré este post con una referencia específica al centro de la ciudad y algunos de los datos (tomados del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía) que lo caracterizan. Cualquiera de los distritos de la capital merecería que se pusiera el foco en él, pero permítanme que en esta ocasión lo haga en éste, aunque sólo sea parcialmente.

En términos de población, nos encontramos con un centro con una tendencia regresiva, que el gráfico siguiente deja en evidencia:


En el periodo que se muestra (los últimos quince años, como antes), el centro ha perdido 1.058 habitantes, es decir, el 5,3% de su población. No en todos los distritos la evolución ha sido semejante: por ejemplo, como contrapunto, en El Torrejón la población ha aumentado un 5,9%. Además, la población va envejeciendo (esta sí que es una tendencia generalizada, aunque en unos distritos más que en otros): en el centro la edad media ha aumentado 4,9 años (en la Isla Chica sólo 2, por colocar nuevamente el contrapunto).

¿Qué nos espera con una población menguante, con una edad promedio cada vez mayor (ahora está en 46,5 años) y en el que el porcentaje de nacidos en el extranjero ha subido al 7% del total? ¿En qué medida las políticas municipales están dando respuesta a la realidad que manifiestan los datos, no precisamente halagüeña? ¿Pudiera ser que esas políticas hayan contribuido a expulsar gente que residía en el centro de la ciudad? ¿Cómo afecta eso, por ejemplo, al comercio de la zona? Quién viene, pongamos por caso, de la Isla Chica para tonarse algo en la feria X o con motivo del chimpún Y, ¿se va a comprar un par de zapatos? Altamente improbable, igual que lo es que quienes se ven abocados a desplazarse en coche lo vayan a hacer a un núcleo en el que han de pagar por estacionar existiendo alguna alternativa gratuita en la que se encuentra de todo (o casi). El comercio de proximidad lo mantienen quienes residen en la zona: con menos residentes habrá menos ventas y, por tanto, menos actividad comercial.

Las quejas de los vecinos empiezan a hacerse notar (no les ha faltado muchísima paciencia y capacidad de aguante para soportar tanto), en un espacio convertido en un palco cuasi-permanente de eventos habitualmente molestos y ruidosos (¿se tomarán en serio la contaminación acústica alguna vez, incluida especialmente la que los gobernantes generan?) que terminan convirtiendo esos lugares en invivibles (mucho más para personas ancianas, enfermas o que simplemente tienen derecho a descansar, entre otras razones para poder trabajar). 

Por poner el ejemplo más claro, que no el único: antes, vivir en la Plaza de las Monjas era un privilegio, ahora, desde hace unos años, es un suplicio. ¿Quién puede vivir allí y en su entorno? ¿Quién va a comprar una vivienda  en esa zona? ¿Cómo se ha visto afectado el correspondiente mercado inmobiliario? Y la tendencia es a peor, no me cabe duda.

En una isla peatonal cada vez mayor, lo que en principio podría ser positivo (aunque un toque más verde y menos duro ayudaría), ¿hasta dónde llevarán la creciente mercantilización del espacio público (plazas, calles)? ¿En qué quieren convertirlo, quizás en un núcleo de ocio para quienes no viven allí? ¿Y cómo lo harán, es decir, hasta qué punto los vecinos contarán en aquellas decisiones que pueden afectar severamente a sus vidas cotidianas, más allá de depositar su papeleta cada cuatro años? Los aspirantes a ocupar la alcaldía deberían explicarlo claramente, así como qué tipo de eventos, cuándo y dónde, buscando los espacios más convenientes (¿es que no hay más alternativas que plazas y calles?) para minimizar los inconvenientes a una población residente que empieza a cansarse y, por lo que parecen indicar los datos, a huir (si puede). Eventos que, si generan efectos benéficos para la ciudad en su conjunto que compensen sus costes, incluido el gasto público (lo cual es dudoso en muchos casos por su carácter doméstico e incapacidad de atracción foránea, lo que que los convierte en “juegos” de suma nula para la misma desde el punto de vista del gasto privado local: lo que se gasta en un sitio se deja de gastar en otro), no tienen por qué dejar de realizarse, pero sí, probablemente, reubicarse. ¿Dónde coloca cada candidato/a los límites para llegar al punto de equilibrio que es imprescindible alcanzar? Es sorprendente que una capital de provincia no cuente, por ejemplo, con un recinto/pabellón ferial adecuadamente acondicionado para acogerlos: las prioridades en el gasto público marcan la acción de gobernar y las diferencias entre unos y otros. 

Más allá, y aunque como ciudadano tenga mis ideas acerca de lo que podría hacerse, no me lo pregunten a mí, que no me presento a las elecciones. Son algunas de las incógnitas a las que en la campaña electoral se deberían ofrecer respuestas, contrastando las diversas opciones que puedan existir. Ya sé que soy un utópico, una vez más. En las pasadas elecciones me preguntaba por esto mismo y nada, claro: https://alfonsovargassanchez.blogspot.com/2019/05/de-cara-las-elecciones-del-26m-en-la.html

P.D.: Las sucesivas cartas pueden encontrarse en: 

(Post nº 441 en este blog)

martes, 7 de marzo de 2023

ELECCIONES MUNICIPALES 2023: CARTA A LOS “REYES MAGOS” (III)

En las dos cartas previas a los candidatos/as a las próximas elecciones municipales (los “Reyes Magos”) ya les pedí unas cuantas cosas: mayor transparencia y participación en el ejercicio de la acción de gobierno, que no prometan lo que no tienen garantías de poder cumplir, que en lugar de dedicar sus proclamas a regalarnos los oídos con los grandilocuentes y manidos tópicos de siempre (que a nada conducen) hagan propuestas realistas, que sean rigurosos y nos expliquen su proyecto de ciudad o provincia (maduro, no improvisado) para que los votantes sepamos hacia dónde nos quieren llevar y cuál es el plan para llegar hasta allí, sin pasar por alto que lo prometido a la ciudadanía (ante notario -sin que esta solemnidad mediática sea necesaria- o en el programa electoral) es deuda, ¿recuerdan, y lo que significa la palabra credibilidad?

Lo del proyecto lo orienté en la segunda carta hacia el turismo provincial: https://alfonsovargassanchez.blogspot.com/2023/02/elecciones-municipales-2023-carta-los.html; ahora, en esta tercera, lo haré en el turismo en la capital, más allá de lo ya expresado en la primera de ellas: https://alfonsovargassanchez.blogspot.com/2023/01/elecciones-municipales-2023-carta-los.html

Y como siempre, aportando datos. Algunos con los que no contábamos hace cuatro años cuando escribí el siguiente post, titulado “BASES PARA UN MODELO DE DESARROLLO TURÍSTICO PARA LA CIUDAD DE HUELVA”: https://alfonsovargassanchez.blogspot.com/2019/03/bases-para-un-modelo-de-desarrollo.html (cada lector podrá enjuiciar en qué medida hemos avanzado en este terreno).

La falta de capilaridad de los datos estadísticos oficiales a nivel municipal siempre ha sido un hándicap, pero desde julio de 2019 el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha puesto a nuestra disposición una estadística experimental de “Medición del turismo a partir de la posición de los teléfonos móviles”, en base a la cual podemos saber con bastante exactitud el número de turistas extranjeros y nacionales en el municipio de Huelva, así como el número de turistas totales al adicionar ambos.

Para no cansar con muchas cifras, el gráfico siguiente refleja la evolución del número de turistas totales a lo largo de la serie completa disponible (en 2019 sólo el segundo semestre).

Pese a su modestia, queda patente que aún estamos lejos de las cifras pre-pandemia (limitadas al segundo semestre del año 2019), cuando en la provincia en su conjunto el nº de viajeros ha sobrepasado ese umbral en 2022. La pregunta es, pues, obvia, ¿por qué la recuperación del turismo en la capital está rezagada?

Si tomamos el año 2022, en una situación casi de post-pandemia, estamos hablando de 323.723 turistas, el 11,8% provenientes del extranjero y el 88,2% nacionales. En cuanto a su procedencia, Francia (17,2%), Países Bajos (12,3%), Portugal (11,1%), Reino Unido (8,7%) y Alemania (8,1%) son los países de origen de la mayoría de los turistas extranjeros. En lo que se refiere a los nacionales, la provincia de Sevilla se lleva la palma de forma abrumadora (41,8%), seguida de la de Madrid (10,0%).

Este retraso en la recuperación se confirma si la comparamos con otras ciudades cercanas y/o de tamaño/características similares, tal y como se puede apreciar en el cuadro que sigue, comparando los segundos semestres de los años 2019 y 2022:

O sea, en el municipio de Huelva hemos recuperado el 79,1% de los turistas pre-pandemia (con, curiosamente, un comportamiento mejor del turismo internacional que del nacional), mientras que en Almería, Badajoz y Cádiz, dichos porcentajes se elevan al 88,0%, 85,1% y 96,5%, respectivamente. 

La figura siguiente también resulta ilustrativa de nuestra posición relativa.


Desconocemos las motivaciones que han traído a estos turistas hasta la ciudad de Huelva, pero, teniendo en cuenta que el grueso de los mismos proviene de la provincia de Sevilla (36,9% del total en 2022), y viendo su distribución bastante homogénea mes a mes, no parece que dicha motivación pueda ser mayoritariamente de carácter lúdico, sino más bien de tipo laboral. Podrían añadirse a esta reflexión otras provincias limítrofes.

En suma, sería deseable que los candidatos/as pudieran responder a cuestiones clave como la articulación del desarrollo turístico capitalino en el marco de la provincia (al que no puede ser ajeno), el posicionamiento de la ciudad como destino (¿de qué tipo?, ¿con qué reclamos?) para lograr la recuperación post-pandemia y su consolidación como complemento de la debilitada economía local, los mecanismos de gobernanza que se proponen para implicar a la sociedad onubense en su conjunto (no sólo a las organizaciones empresariales), la recuperación del patrimonio (arqueológico -restos tartésicos y otros-, natural -cabezos-) y su puesta en valor, así como de los edificios inconclusos (por ejemplo el museo…¿de qué tipo, arqueológico, de bellas artes…?) o que siguen acumulando ruina (la lista aún es larga), el papel del medioambiente (con el enorme problema de los fosfoyesos que se eterniza) y de esa anunciada “ruta turística inclusiva por la ciudad” en la que se van a aplicar nada menos que 100.000 euros, etc.

Le propongo a cualquier ciudadano/a común que se haga pasar por un turista que llega en transporte público a la ciudad (tren, bus interurbano) un día cualquiera, que no la conoce ni conoce a nadie, y que carece de un automóvil (tampoco de alquiler). Pruebe a ver qué puede hacer en ella y durante cuánto tiempo se quedaría: una especie de cliente misterioso. Esta sería la medida de cómo lo estamos haciendo.

(Post nº 440 en este blog)