Bienvenida

¡GRACIAS POR SU INTERÉS!

Bienvenido/a a este blog, que nace, con el año 2012, como vehículo para la transferencia y divulgación del conocimiento, particularmente en materia de turismo. Como complemento:

-He aquí el documento resultado de casi cinco años (2010 a 2014, 55 artículos) escribiendo cada mes en HECONOMIA, con análisis y propuestas para el turismo provincial: https://www.dropbox.com/s/oblyls2fi3tov7g/HEconomia_2010_2014_55_articulos.pdf?dl=0

-Los 12 artículos de la sección EL MURO del diario Huelva Información (año 2015): https://www.dropbox.com/s/sqlyhbqu1hc7if1/ElMuro_HI_2015.pdf?dl=0

-Y las múltiples colaboraciones en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/usuario/vargas

Además, en la siguiente URLs encontrará más, mucho más, sobre mi actividad académica (mi legado): https://padlet.com/alfonsovargassanchez/cvm56nauhvrhsnua

Y lo más importante: ¿aún no conoce Huelva? Descúbrala en el siguiente enlace y en la presentación que sigue: http://www.turismohuelva.org - https://www.dropbox.com/s/8ada1ku91qtoknc/AunNoConocesHuelva.pps?dl=0

lunes, 25 de abril de 2022

ALGUNOS INDICADORES DEL TURISMO EN LA PROVINCIA DE HUELVA: MARZO 2022

(Sin comentarios, para que cada quien se forme su propia opinión exclusivamente con base en los datos,  presentados con cierta perspectiva temporal)

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (p = provisional)






Nota: Los meses anteriores también pueden consultarse en este blog. Febrero 2022: 

https://alfonsovargassanchez.blogspot.com/2022/03/algunos-indicadores-del-turismo-en-la.html


(Post nº 409 en este blog)

lunes, 11 de abril de 2022

ENFOQUES EMERGENTES POST-PANDEMIA EN EL MERCADO TURÍSTICO: LA CALIDAD

Anticipar comportamientos en las ciencias sociales (y el turismo lo es) es extremadamente complejo al entrar en juego un factor esencial: el ser humano y su libre albedrío. Cada caso es único, de ahí la trascendencia que para las empresas prestadoras de servicios turísticos tiene la capacidad de adaptación para acercarse lo más posible al desiderátum de la personalización.

No obstante, cabe identificar tendencias en esos comportamientos, ahora con más fiabilidad gracias a las herramientas tecnológicas disponibles para la inteligencia competitiva, tipo big data. Y esto es relevante, porque los estándares de calidad los marca la clientela, que evoluciona.

Las empresas (como los destinos) triunfan o fracasan en función de que sean capaces de ofrecer al cliente lo que éste desea y busca en cada momento. Un cliente que es híbrido, con prioridades de gasto distintas en función del tipo destino (urbano o rural, por ejemplo), de la compañía (con niños o sin ellos, pongamos por caso), con pautas de comportamiento distintas según las circunstancias (marcadas por la seguridad sanitaria o de cualquier otro tipo, por poner otra casuística), etc.

En este último caso (aplicado al antes, al durante y al después de la pandemia) uno tiene la sensación, a menudo, de que los deseos se confunden con la realidad, al menos con la del momento. La recuperación (cuándo, cómo, cuánto) tras este trauma es el gran tema, tratando de anticipar y de adaptarse a los enfoques emergentes de un nuevo tiempo que nos exige otear el horizonte más allá del desbordamiento (llamado por algunos el “efecto champagne”) de un corto plazo en el que la recuperación del tiempo perdido es lo que manda, sin muchos matices más allá de lo cuantitativo.

Las empresas cambian fruto de sus estrategias, pero esas estrategias se ven condicionadas por una serie de fuerzas que las hacen evolucionar. En concreto las provenientes:

*Del entorno institucional, en el que destacadamente las Administraciones públicas, con su acción coercitiva a través de las leyes y reglas que dicta, las están empujando en la línea de la sostenibilidad ambiental (también la social, aunque diría que menos) y la economía circular, siendo que en esta transición (sobre todo ecológica) la innovación tecnológica (y no sólo digital) desempeña un papel fundamental.

*De las organizaciones profesionales y empresariales, que, con los valores y principios que asumen en sus códigos de conducta, también pueden ejercer una influencia poderosa en las estrategias de sus miembros afiliados, que necesitan sentirse aceptados por sus pares.

*De las empresas líderes, que a través de la identificación de sus buenas prácticas y de los modelos que han funcionado bien (o a la inversa), ejercen una presión mimética a tener muy en cuenta también. Siempre han existido líderes y seguidores.

Este esquema ayuda a explicar estos procesos de cambio y la búsqueda de la legitimidad social, en el que el ciudadano-cliente-turista no está ausente: bien al contrario. A las empresas se les atribuye también la tarea de sensibilizar, concienciar, educar, motivar a sus clientes-turistas, como parte de un comportamiento responsable con las prioridades ambientales y sociales que están marcando la agenda europea y española con carácter general (un comportamiento incluso regenerativo, yendo un paso más allá). Hasta qué punto ese cliente-turista esté dispuesto a participar y a contribuir (pagar) es algo que se seguirá monitorizando y analizando, aunque en cualquier caso no estamos ante un suceso, sino ante un proceso que llevará su tiempo, más con unos tipos de destinatarios que con otros.

Pero estas no serán las únicas tendencias comportamentales ni, por tanto, los únicos enfoques emergentes que afecten a los estándares de calidad, una calidad por la que todos dicen apostar. Los indicios ya apuntaban, y estimo que la pandemia los ha reforzado, en favor de la autenticidad (apartándose de lo artificiosamente creado para el turista) y el significado de las experiencias (con un sentido transformador de la persona), la regeneración física y también mental (ligada con la espiritualidad), la vuelta a lo natural y tradicional, al contacto respetuoso con las comunidades de acogida…No todo vale en turismo: el retorno económico vendrá ligado al retorno ambiental y social. Ya no podemos verlo de otra forma: ese es el nuevo turismo de calidad, hasta diría el nuevo concepto de lujo.

Como siempre, porque es lo que marca las diferencias, lo importante no es decirlo sino hacerlo, aunque ello pasa por tener bien identificado el camino a seguir en función de la clientela que se pretende atraer, lo que no ocurre inexorablemente.



(Post nº 408 en este blog)

También en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/005029_enfoques-emergentes-post-pandemia-en-el-mercado-turistico-la-calidad.html

jueves, 7 de abril de 2022

EL MERCADO DE TRABAJO EN EL SECTOR TURÍSTICO: 1er TRIMESTRE DE 2022

 Fuente: Observatorio Argos. 

Servicio Andaluz de Empleo, Junta de Andalucía.


Principales magnitudes

Es decir, Huelva es la:
(a) Provincia con menor aumento del número de contratos.
(b) Provincia con mayor temporalidad en la contratación.
(c) Segunda provincia con menor porcentaje de contratos formalizados en el sector turístico sobre el total provincial, sólo por delante de Jaén.
(d) Provincia en la que la caída del número medio de demandantes de empleo en el sector ha sido menor.
(e) Ocupa el último lugar entre las provincias costeras en cuanto a demandantes de empleo que se encuadran en el sector turístico (por debajo de la media regional).

La tabla siguiente detalla las ocupaciones con más contratos en el sector.


(*) Corresponden a las siguientes actividades, por orden de importancia cuantitativa: servicios de comidas y bebidas (86,1%); servicios de alojamiento (9,8%). Por tanto, el 95,9% corresponde a servicios de restauración y alojamiento, siendo casi insignificantes el resto de actividades que esta fuente vincula al sector turístico (actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento; actividades administrativas de oficina y otras actividades auxiliares a las empresas; actividades de agencias de viajes, operadores turísticos, servicios de reservas y actividades relacionadas con los mismos; así como actividades de creación, artísticas y espectáculos). 

A continuación, sigue el desglose de las ocupaciones más demandadas.

Finalmente:

Provincia de Huelva. Nº medio de demandantes de empleo en el sector = 5.041

Provincia de Huelva. Cifra media de paro registrado en el sector = 2.972

Nota 1: En la actualidad, el turismo es mucho más que estos perfiles laborales. Las estadísticas oficiales también deberían ponerse al día.

Nota 2: Los datos del trimestre anterior están disponibles en: https://alfonsovargassanchez.blogspot.com/2022/01/el-mercado-de-trabajo-en-el-sector.html

(Post nº 407 en este blog)


viernes, 1 de abril de 2022

EL ESLABÓN PERDIDO

Aún con todas las incertidumbres que nos acucian, pese a que sin haber salido aún de la devastadora crisis de la pandemia ya estamos inmersos en otra de consecuencias que todavía no podemos mensurar cabalmente, pese a que los problemas seguirán sucediéndose, la industria turística ha salido y saldrá adelante: el deseo de viajar es patente, del mismo modo que la voluntad de no renunciar a dejar de satisfacer esta necesidad, de un modo u otro según las circunstancias.

La recuperación del turismo puede tomar dos vías: la de hacer más de lo mismo (la pandemia no ha sido más que un paréntesis traumático, y volvemos a la senda que traíamos) o la de hacer algo nuevo, tratando de corregir los excesos e impactos negativos (tanto de tipo ambiental como social) de ese pasado reciente. Este es un asunto complejo, con las aristas propias de intereses diversos y hasta contrapuestos, cuya resultante dependerá de la correlación de fuerzas que se dé en cada destino: del entorno institucional y las presiones que ejerza, de la cultura empresarial, del comportamiento y exigencias de los turistas…Y aquí es donde entre en juego el modelo de gobernanza que se aplique.

De la misma manera que la gestión del turismo no puede desligarse del urbanismo, del medioambiente, de la cultura, del deporte, de los servicios públicos en general (el turista es como un residente temporal), dicha gestión no se hace sólo para el turista y las empresas del sector, sino también para quienes allí residen de forma permanente con vistas a mejorar su calidad de vida.

Y este último elemento suele ser el eslabón perdido (de ahí el título de este post) en los procesos de planificación turística, o en el mejor de los casos dejado en un plano muy secundario. Cuando se habla de gobernanza turística y su mejora se alude a la necesidad de nuevos modelos de participación ciudadana y concertación público-privada, pero, hasta donde llega mi conocimiento en la materia, los avances en la introducción de mecanismos permanentes de participación efectiva del ciudadano-residente (y no sólo para ser escuchado) son aún muy limitados o nulos, aunque existen excepciones de destinos que ya han empezado a recorrer ese camino.

Reparemos en que ese camino no es otro que el de la sostenibilidad social; el camino de la generación de turismofilia, no de turismofobia; el camino de construir un destino no para la gente (entre representantes de las administraciones públicas y de las organizaciones empresariales), sino con la gente (con la complicidad y contribución de las comunidades de acogida).

Además de ser quien vota y elige a sus representantes políticos, el residente en esas comunidades, si se identifica con el proyecto, puede llegar a ser el mejor embajador del mismo: además de con pasión, lo venderá gratis allí donde vaya y con el efecto multiplicador que hoy confieren las redes sociales, los blogs, etc. También gastan en negocios ligados al turismo como los de restauración, entre otros (¿qué otros clientes había durante los momentos más duros de la pandemia?) y llevan familiares y amigos a los mismos. Son potenciales emprendedores, generando flujos de abajo hacia arriba para el desarrollo del turismo, además de un elemento indispensable para avanzar en la aplicación de los principios de la economía circular, es decir, para minimizar los impactos ambientales. Esas comunidades locales son las depositarias del patrimonio cultural (modos de vida, costumbres, oficios tradicionales…) que define la idiosincrasia y autenticidad del destino; son quienes, en buena medida, cuidan del patrimonio natural del mismo, que sienten como suyo. Contribuyen decisivamente a formar la imagen del destino que los visitantes se llevan consigo al interactuar con ellos, ya sea como trabajadores del sector, como anfitriones o porque simplemente comparten espacios y servicios públicos. Los residentes, por su apego a la comunidad de que forman parte, son un factor esencial para aumentar la capacidad de resiliencia del destino.

Por tanto, si aceptamos lo antedicho acerca de la importancia de que los residentes se identifiquen con el modelo de desarrollo turístico para su ciudad, mancomunidad, comarca, provincia, el correlato lógico sería vertebrar mecanismos estables de participación, no sólo para darles voz, sino incluso para que pudieran tener su propio espacio e influencia en la toma de decisiones. No se trata sólo de preguntarles sobre asuntos que afectan a sus vidas cotidianas (qué menos, ¿no?), sino, hasta cierto punto, de empoderarles.

Cierto es que existe un problema de legitimidad para identificar qué colectivos son los que mejor representan a esas comunidades de acogida, pero para eso está la experiencia de destinos que han abordado esta cuestión y el aprendizaje que puede obtenerse de los mismos. Por ejemplo:

-En la ciudad de Barcelona existe un órgano de participación denominado “Consejo de Turismo y Ciudad”, en el que la mayor de sus miembros son representantes de entidades e instituciones vecinales, además de expertos del ámbito profesional y académico y técnicos municipales. Sus resoluciones no son vinculantes pero sirven de base para la toma de decisiones en el Pleno del Ayuntamiento.

-En la ciudad de Sevilla, al hilo de la movilización liderada desde su Ayuntamiento para afrontar los efectos de la pandemia sobre el turismo y su recuperación (el llamado Plan 8), se ha puesto en marcha el “Consejo Local de Turismo”, concebido como un instrumento de diálogo, participación y concertación que suma a los agentes turísticos tradicionales, las entidades vecinales, religiosas, sociales, militares o universitarias, así como al resto de las administraciones públicas.

-En Venecia (Italia) también existe un órgano de participación de amplio espectro, denominado “Consulta per il turismo”.

-En Portugal, la ciudad algarvía de Loulé hace años que apostó por un modelo de turismo creativo (“Loulé criativo”) en el que la pieza clave es la implicación de la población local.

-En la localidad portuguesa de Óbidos, sus residentes juegan un papel fundamental a la hora de decidir la frecuencia de los eventos que allí se organizan, para lograr un equilibrio con su ritmo de vida habitual.

-Etc.

La invitación a vertebrar un modelo de gobernanza que nos permita incorporar ese eslabón, en tantos casos perdido, está servida. No bastan los habituales partenariados público-privados (las 3Ps), es decir, entre administraciones públicas y organizaciones empresariales: necesitamos articular una gran alianza con la sociedad en su conjunto, lo que me he permitido en llamar el modelo de las 4 Ps: Public-Private-PEOPLE-Partnerships. Ya hay quienes lo han encontrado y están haciendo buen uso de él. Ahora que tanto se habla de turismo inteligente, no sería tal si no se siguiera esta senda, sin perjuicio del contexto singular y las particularidades propias de cada destino.

Fuente: Pexels

También en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/005018_el-eslabon-perdido.html

(Post nº 406 en este blog)