Fuente:
IECA (Encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía, 2014).
Y no es sorprendente: ya nuestras encuestas
(cuando se hacían hace años) lo manifestaban contundentemente, somos muchos los
que tenemos referencias de las frecuentes quejas a este respecto, y es un
clamor en las redes sociales. ¿Qué ha pasado con el Consorcio de Transportes
Metropolitano de la Costa de Huelva? ¿Qué supervisión se ejerce? La música no coincide con la letra.
2.-Demoler la barrera del enemigo exterior.
Nuestra incapacidad para la autocrítica es
consecuencia de haber levantado una de las más clásicas barreras al
aprendizaje, ampliamente descrita en la literatura de gestión: la del enemigo
exterior. Todo esto no es responsabilidad nuestra: será que las estadísticas
están mal hechas; son otros los niveles de gobierno (de otro color político,
claro) que nos tienen manía y no nos dan los recursos que necesitamos ni hacen
las inversiones precisas, etc. etc. Cuando en realidad muchas acciones de
mejora sí que están en nuestras manos, pero es una manera de auto-justificarse.
En lugar de eso, asumamos, por favor, que de sabios es rectificar.
3.-Aprender de la experiencia: la promoción es
necesaria pero no suficiente.
¿Cómo casan los esfuerzos de promoción, en los
que, como es natural, se vende el paraíso, con las carencias en tantos
aspectos, en los que estamos a la cola de Andalucía? Esa promoción, con más o
menos recursos económicos (no interesa eso ahora), se nos vuelve en contra como
un boomerang, por la sencilla razón de que las expectativas no son satisfechas:
es una de las reglas elementales del marketing. La satisfacción es la
resultante de la diferencia entre las expectativas creadas y la calidad
percibida. Si las expectativas son altas (y hay razones para poder crearlas)
pero la calidad percibida es baja, como de hecho ocurre según muestran las
cifras oficiales, el grado de satisfacción va a ser bajo, con el agravante de
que la cadena de la calidad percibida se rompe por el eslabón más débil: es
decir, aunque otros eslabones estén fuertes (por ejemplo el alojamiento), si no
corregimos los débiles (y eso no está en manos de los hoteleros, que son también
damnificados pese a que dentro de sus establecimientos lo hagan muy bien) la
resultante será negativa. Cualquier estudiante de Administración y Dirección de
Empresas sabe esto, que en suma no es sino comprender la diferencia entre
promoción y gestión del destino. No existe gestión del destino porque no existe
ni coordinación ni planificación, y esto no puede existir si no hay liderazgo.
Nadie ha asumido este papel.
4.-Definir, explicitar negro sobre blanco,
cuál es el modelo turístico por el que Huelva en su conjunto apuesta, porque no
todo vale, y actuar erráticamente tampoco: a qué tipos de clientes queremos
atraer, qué debemos ofrecerles para satisfacer sus necesidades, como vamos a
hacerlo (qué capacidades necesitamos, con quienes hemos de aliarnos,…) y cuánto nos va a costar. ¿Qué vende Huelva?
¿En qué nos diferenciamos? ¿Cuáles son
nuestros principales atractores, aquellos recursos que verdaderamente movilizan
al cliente potencial para desplazarse hasta aquí, y poner especial énfasis en
ellos? ¿Cuál es nuestra marca, difuminada hasta ya dudar acerca de cuál es: Huelva
la Luz, Siente Huelva, Tierras del Descubrimiento,…? Es que necesitamos una
marca que nos haga reconocibles en un mercado tan hiper-competitivo y que
transmita los valores que nos interesan, sabiendo que para prestigiarla hay que
hacer una apuesta por ella consistente y a largo plazo.
Como dijo el filósofo hispano-romano Séneca,
“No hay viento favorable para quien no sabe adónde va”. Dicho lo cual, esto no
puede ser definido unilateralmente, sino entre todas las partes implicadas. El
riesgo es que con alguna infraestructura de transporte de alto impacto este
modelo sea en realidad determinado por una sola parte interesada, máxime si del
lado público se hace dejación de su responsabilidad.
5.-Apoyarse en los agentes del conocimiento.
Datos e información para tomar decisiones. ¿Alguien puede dudar a estas alturas
del siglo XXI de esta aseveración, de esta necesidad? Pues en el turismo
onubense sí, créame: ni siquiera los representantes empresariales lo
reivindican, que debían ser los primeros interesados en que los dineros
públicos se inviertan con la máxima eficacia y eficiencia. Bien al contrario, a
quijotes como un servidor, que de forma altruista (sólo impulsado por su
espíritu universitario y el compromiso con su tierra y sus gentes) lleva muchos
años trabajando sobre ello y predicando en el desierto ofreciendo montañas de
ideas a través de sus artículos (de opinión –véase http://alfonsovargassanchez.blogspot.com
- y científicos - http:// http://www.uhu.es/alfonso_vargas), se le llega a faltar al respeto por algún discrepante, imagino que por resultar
incómodo y por manifestar que el actual status quo, limitado y cerrado, es un
corsé más que un factor de progreso para el sector. Ese status quo que sigue
estancado en la promoción asistemática, sin querer dar el paso a la gobernanza
del destino, que requiere de una visión a largo plazo creada de forma
participativa, de una estrategia desarrollada en un plan que de verdad se
ejecute y tenga un seguimiento y rendición de cuentas, que propicie la
coordinación entre los agentes públicos y privados, y que defina un ente gestor
que ejerza el imprescindible liderazgo del que ahora se carece. No es fácil, nadie
lo dijo, pero con convicción, voluntad y compromiso se pueden ir dando pasos en
ese sentido.
En resumen, todo esto se podría sintetizar en
la imperiosa necesidad de no repetir los mismos errores. Como dijo Einstein, "Locura
es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes". Honestamente (y ojalá me equivoque), no soy
optimista. Los hechos son tozudos, aunque nadie está en posesión de la verdad
absoluta, y menos yo. Por eso, no voy a caer en la locura, y con este artículo
me despido, al menos en lo que al sector turístico local/provincial se refiere: todo está ya escrito.
Tampoco a nivel institucional la Universidad de Huelva (y esta es mi mayor
frustración, descorazonador en realidad) ha hecho ningún esfuerzo añadido al respecto, reforzando su contribución a un
sector sin duda estratégico para la economía onubense del presente y, aún más,
del futuro. Mil gracias por haberme leído y llegar hasta aquí.
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Publicado en Huelva Información, 19-7-15, p. 11.
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