Desde la modestia
(por no decir irrelevancia) de un ciudadano común, pero independiente, que se
informa y piensa por sí mismo, y que se preocupa y ocupa de lo que ocurre en su
entorno, parte del cual es su ciudad, no me resisto a compartir algunas
reflexiones sobre algunos de los anuncios realizados por el Sr. Alcalde en el último
Debate sobre el Estado de la ciudad, celebrado el pasado día 28 de julio,
concretamente sobre aquellos relativos al turismo.
El que acapara el
titular de la nota oficial disponible en el sitio web del Ayuntamiento es la
relativa al “lanzamiento de una marca turística para el destino Huelva capital
a inicios de 2018”. Habría que decir de una nueva marca turística, dado que la
existente, “Huelva Puerta del Atlántico” parece que no satisface a los actuales
gestores del turismo en la capital. No es un anuncio sorprendente, si tenemos
en cuenta que es una de las propuestas que contempla el recientemente aprobado
plan estratégico 2025, en lo que a desarrollo turístico se refiere (más
información en: http://alfonsovargassanchez.blogspot.com.es/2017/04/turismo-y-plan-estrategico-de-la-ciudad.html).
Pero dicho documento también plantea, y antes, la necesidad de realizar dos estudios: uno “sobre la
llegada de turistas, intereses turísticos y deficiencias detectadas por estos,
y proponer y ejecutar acciones”; y otro “sobre las tendencias del mercado
turístico y el potencial que ofrece la ciudad de Huelva, y proponer y ejecutar
acciones”. Me pregunto cómo se puede lanzar una nueva marca, con una base de
conocimiento sólida, sin haber hecho previamente estos estudios. ¿O se van a
hacer? ¿Sabemos de antemano lo que queremos comunicar sin conocer antes, y en
profundidad, los intereses de quienes nos visitan, sus percepciones, las
tendencias del mercado turístico? ¿Y qué vamos a ofrecerles, en la propia ciudad?
Al hilo de este argumento, llama la atención su afirmación de que “es una realidad que
Huelva recibe más visitas”. Desde un punto de vista cuantitativo, sería de gran
valor que pudiera ofrecer datos concretos y fiables, dado que como fuente de
información para la elaboración de un documento supuestamente de tanto calado
como un plan estratégico, los únicos datos disponibles fueron los del número de
usuarios del punto de información
turística municipal, y su procedencia geográfica, durante los meses de Enero a
Septiembre del año pasado (cabe suponer que se han seguido tomando tales
datos). Y desde un punto de vista cualitativo, es evidente que la procedencia
geográfica, más allá de la poca solvencia de esta fuente, no da para mucho
análisis y conocimiento de nuestro cliente actual.
También
manifiesta que “estamos en el punto de partida idóneo para dar el gran salto y
ocupar nuestro espacio en el mercado turístico, para lo que crearemos esa marca
turística, con una imagen potente y atractiva, que será una herramienta de
consolidación de la promoción conseguida”. Lo de la promoción conseguida se
refiere a la emanada de la capitalidad gastronómica. Cierto es que la
designación como capital española de la gastronomía en 2017 hace que los focos
mediáticos se giren en mayor medida hacia la ciudad nominada, dando lugar a
noticias y reportajes que de otro modo no se hubieran producido, y esto es
positivo (“el nombre de Huelva está sonando con más fuerza y protagonismo que
nunca en el exterior”, refiere literalmente, en un tono –“que nunca”- quizás
exagerado). Lo que me pregunto es, otra vez, si el orden de los factores no
debiera haber sido el inverso, porque en este caso sí altera el producto, es
decir, haber aprovechado el tirón mediático de dicha capitalidad para dar
visibilidad a la nueva marca. El caso es que se plantea al revés.
Sobre la
capitalidad gastronómica afirma que “solo en esta primera mitad del año ha
motivado ya la celebración de 120 eventos y un impacto promocional sin
precedentes”. Ese “impacto promocional sin precedentes” es el que debería
haberse utilizado para posicionar la nueva marca turística. Fíjense que,
paradójicamente, en el sitio de la Capital Española de la Gastronomía, Huelva
se presenta como “La Puerta del Atlántico”, mensaje que ahora pretende cambiarse:
https://capitalespanoladelagastronomia.es/huelva-2017/#leyenda
Sobre lo de los
120 eventos, y los que vendrán en el segundo semestre, sería sano que al
finalizar el ejercicio se facilitara la lista completa de cuáles han sido, con
su correspondiente análisis coste-beneficio. Sería una manera transparente de
hacer balance, apelando a una cualidad (la transparencia) de la que ha hecho
gala en su discurso, y de cuya aplicación sólo cabe congratularse. Por lo que
se puede ver a través de sitios web como el de Huelva Capital Gastronómica (http://www.huelvacapitalgastronomica.com/eventos/), muchos son de mero consumo interno y
que perfectamente pueden ser programados
con capitalidad gastronómica y sin ella. Cabe añadir que parte de ese análisis
sería preguntar a los empresarios del gremio de la hostelería y restauración (que a su vez tiran de otros productores, como los de los vinos del Condado) cómo les ha ido el
año, cómo se han notado estas efemérides (también está, aunque casi no lo
parezca, la del 525 aniversario del descubrimiento de América) en sus cuentas
de resultados.
Y para finalizar,
un comentario colateral al tema central de este post. Se dice que los políticos
tienen que vender ilusión. No seré yo quien, aquí y ahora, lo contradiga, pues
buena falta nos hace, pero diría, eso sí, que dentro del realismo. Cuando leo
algunas expresiones parece que el Alcalde y yo vivimos en otra ciudad. Para
muestra un botón: “Huelva es una ciudad que está creciendo en vida”. Será que vivo
en y paseo por el centro; y me fijo, por ejemplo, en la cantidad de edificios abandonados y de locales
cerrados. Aunque quizás se refiera a que el Ayuntamiento “está sacando la
cultura a la calle”. Habría que saber qué entiende por cultura pero, sea como
fuere, no nos equivoquemos con esto, por favor. Estaría bien, igualmente,
preguntar a los sufridos vecinos. Para quien no lo haya hecho aún, sugiero la
lectura de este artículo: http://alfonsovargassanchez.blogspot.com.es/2017/06/huelva-y-sus-indicadores-urbanos-2017.html
Y tampoco hace
falta elevar en exceso el tono para transmitir un mensaje optimista. La
exageración lo estropea. Otro botón: “Nuestra ciudad ya no tiene límites y por
fin está empezando a ser consciente de su grandeza y sus posibilidades de
crecimiento”. A ver si empezamos a otear no potencialidades, eternas en el
discurso político de unos y de otros, sino realidades. De igual manera, no cuadra eso de que: "Por primera vez somos capital de algo"; el mensaje pierde credibilidad.
Dicho todo esto con
el mejor ánimo constructivo, siempre y aún más en el día de mi onomástica: no
puede ser de otra manera en mi caso.¡Felices Fiestas
Colombinas!
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