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Bienvenido/a a este blog, que nace, con el año 2012, como vehículo para la transferencia y divulgación del conocimiento, particularmente en materia de turismo. Como complemento:

-He aquí el documento resultado de casi cinco años (2010 a 2014, 55 artículos) escribiendo cada mes en HECONOMIA, con análisis y propuestas para el turismo provincial: https://www.dropbox.com/s/oblyls2fi3tov7g/HEconomia_2010_2014_55_articulos.pdf?dl=0

-Los 12 artículos de la sección EL MURO del diario Huelva Información (año 2015): https://www.dropbox.com/s/sqlyhbqu1hc7if1/ElMuro_HI_2015.pdf?dl=0

-Y las múltiples colaboraciones en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/usuario/vargas

Además, en la siguiente URLs encontrará más, mucho más, sobre mi actividad académica (mi legado): https://padlet.com/alfonsovargassanchez/cvm56nauhvrhsnua

Y lo más importante: ¿aún no conoce Huelva? Descúbrala en el siguiente enlace y en la presentación que sigue: http://www.turismohuelva.org - https://www.dropbox.com/s/8ada1ku91qtoknc/AunNoConocesHuelva.pps?dl=0

sábado, 12 de noviembre de 2022

TURISMO SOSTENIBLE Y CIRCULAR

Sintetizo seguidamente las principales ideas que vertebraron mi intervención durante las Jornadas “Enfoque Circular” que tuvieron lugar en formato híbrido (presencial y online) el pasado día 10-11-22 en las instalaciones de la Fundación Cajasol en Huelva, orientadas al turismo sostenible y al turismo circular.

DESATANDO IDEAS, dicha intervención se articuló en torno a tres ejes:

1.-Desenmarañar la jungla terminológica (particularmente el binomio sostenibilidad- circularidad, aunque suelen mezclarse más términos).

2.-Entender el funcionamiento del sistema económico.

3.-Qué podemos hacer para avanzar hacia un turismo circular.

El primero de estos ejes reveló la diferencia entre la sostenibilidad ambiental (el fin) y la circularidad (el medio). La circularidad es el camino a recorrer para llegar a la meta de la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, y de ahí la confusión, no siempre acciones tendentes a mejorar esa sostenibilidad responden a la idea de circularidad. Por ejemplo, reducir el consumo de agua o de energía es plausible desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental (y de la eficiencia y competitividad empresarial), pero no es per se una acción de economía circular salvo que ese ahorro de agua provenga de la recirculación del agua de lluvia o de aguas grises (para limpieza de suelos, riego o baños), o que el ahorro de energía sea consecuencia del aprovechamiento de emisiones (como el vapor) o el reciclaje de residuos. Sustituir fuentes de energía fósiles por renovables (solar, eólica) es una acción loable para reducir la huella de carbono, pero no es una iniciativa circular. Eliminar el uso de botellas de plástico y de plásticos de un solo uso o no biodegradables es otra iniciativa verde, pero tampoco forma parte, stricto sensu, de una economía circular. En suma, el concepto de economía circular implica que, cada vez en mayor medida, los recursos materiales puedan obtenerse dentro de la economía, reduciendo el impacto ambiental (huella hídrica, etc.) al aumentar la reutilización y el reciclaje de materiales (reducir, reutilizar, reciclar y otras R como reparar, rediseñar, etc. a modo de principios de dicha economía). Así se define en el documento “España Circular 2030”: “Es aquella en la que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantienen en la economía durante el mayor tiempo posible, y en la que se reduce al mínimo la generación de residuos”, en lugar del clásico modelo lineal producir-consumir-tirar que nos abruma de residuos y esquilma, a la par que encarece, los limitados recursos naturales del planeta.

En cuanto al segundo de los ejes, se incidió en que la transición, en la que nos encontramos, hacia un modelo de economía circular desde el modelo de economía lineal del que somos herederos será asimétrico, dependiendo de la situación y comportamiento de las empresas, de la evolución de la demanda (es decir, de todos nosotros como consumidores/turistas) y de las presiones que se ejerzan desde el entorno institucional. En el sector turístico, pese a su resiliencia, las cicatrices que ha dejado la pandemia han sido particularmente severas, y cabe esperar que ello incida en el ritmo de la referida transición. Por otro lado, el turismo tiene un componente hedonista que hace que, por ejemplo, el consumo de agua per cápita sea muy superior a la media o que la separación de residuos sea más difícil: la sensibilización y concienciación del turista es, también, esencial, así como su grado de exigencia en esta materia. Por tanto, aunque esa exigencia de los consumidores/turistas sea cada vez mayor y las empresas tengan que adaptarse para darles cumplida respuesta (así es como funciona la economía de mercado), a buen seguro ese proceso sería demasiado lento considerando las urgencias (como las climáticas) que nos acucian. De ahí que las presiones del entorno institucional (particularmente de las Administraciones públicas como reguladoras del sistema económico) sean clave, y ese marco institucional a todas las escalas (europea, nacional y autonómica, e incluso más allá si pensamos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, como el  objetivo 12, relativo a una producción y consuno responsables) está ya, en buena medida, definido, de ahí que el futuro del turismo será circular o no será.

Por último, las acciones a acometer para avanzar hacia ese turismo circular pueden articularse a tres niveles: como destino (nivel macro), a nivel individual como empresa o establecimiento (nivel micro) y en colaboración con otras industrias con las que el turismo se relaciona (nivel meso). Esta última constituye la representación más genuina de una economía circular, que en el sector turístico queda patente a través de proyectos como el de “Hoteles Circulares” llevado a cabo en la isla de Mallorca, con una dimensión no sólo ambiental, sino también social y, por supuesto, económica.

Esto sería hacer lo correcto en el contexto actual, pero hemos de movernos, y rápido. A este respecto, es fundamental que los mensajes sean coherentes para que sean creíbles. Es difícil esta conciliación si, por ejemplo, a la par que nos hablan de emergencia energética, ahorro energético, pobreza energética y sufrimos el encarecimiento desorbitado de la energía, desde ciertos Ayuntamientos parece como si nada ocurriera o no fuera con ellos, en alusión, en esta época del año, al alumbrado navideño (aun con lámparas de bajo consumo): ¿es realmente imprescindible un mes y medio (o más) de campaña de Navidad?

 


(Post nº 426 en este blog)


1 comentario:

  1. Pues aquí lo tenemos. Y luego pretenden darnos lecciones sobre lo que hay que hacer para contener el cambio climático, etc etc: https://huelva24.com/art/166731/huelva-sera-la-primera-capital-andaluza-en-encender-las-luces-de-navidad

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