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Bienvenido/a a este blog, que nace, con el año 2012, como vehículo para la transferencia y divulgación del conocimiento, particularmente en materia de turismo. Como complemento:

-He aquí el documento resultado de casi cinco años (2010 a 2014, 55 artículos) escribiendo cada mes en HECONOMIA, con análisis y propuestas para el turismo provincial: https://www.dropbox.com/s/oblyls2fi3tov7g/HEconomia_2010_2014_55_articulos.pdf?dl=0

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martes, 21 de septiembre de 2021

CON MOTIVO DEL DÍA MUNDIAL DEL TURISMO 2021: CONVERSACIONES SOBRE ECONOMÍA CIRCULAR

Conviene recordar que, desde 1980, cada 27 de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo, una fecha elegida por la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT) en recuerdo de la aprobación de los Estatutos de la OMT el 27 de septiembre de 1970. Fue instituida con la finalidad de ayudar a concienciar a la comunidad internacional acerca de la importancia del turismo, tanto como para haber merecido la creación de una Agencia especializada por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), radicada (esperemos que siga estándolo) en Madrid.

Junto a 2020, 2021 es el año de la pandemia de la COVID-19, global, sí, pero teniendo en cuenta que, a la hora de valorar sus impactos económicos y sociales, la geografía importa. Aquellas partes del mundo menos desarrolladas y, por tanto, con menor capacidad de respuesta para proteger a sus gentes y a su tejido productivo, han sido las azotadas con más fuerza, y por ello es justo hacer una llamada a la solidaridad y en favor de un “turismo para un crecimiento inclusivo”, como reza el lema de este año.

Una de las consecuencias de la pandemia que aún padecemos ha sido la aceleración de determinadas tendencias que ya venían transformando el turismo, como la relacionada con la sostenibilidad ambiental al calor de los esfuerzos por la mitigación de los efectos del cambio climático y de la presión sobre el medio natural que ocasiona el sobreturismo. La pandemia ha hecho que la causa de la eco-sostenibilidad haya ganado un nuevo impulso y propiciado un entorno institucional en el que la aplicación de los principios de la economía circular, también a una industria de servicios como la turística, se ha convertido en una pieza clave en una estrategia que desde la Unión Europea se transpone a sus Estados miembros y se desarrolla a nivel regional y de destinos.

Para no quedarnos atrás, es fundamental entender en qué consiste la economía circular aplicada al turismo y qué podemos hacer para avanzar en su aplicación. Con esta finalidad, en lo que sigue, a remedo del estilo Socrático, se presenta un diálogo imaginario, con preguntas y respuestas, entre una alumna (A) y su profesor (P). Sus nombres son Amanda y Pedro, respectivamente.

(A) Profesor, a lo largo de mis estudios en turismo he oído hablar mucho de sostenibilidad, especialmente ambiental. También durante mis prácticas en un hotel he comprobado que no se trata sólo de teoría. Sabemos que el turismo (particularmente el masivo) puede tener un impacto muy perjudicial sobre el medio natural y que hemos de minimizarlo en la mayor medida posible, pero no estoy segura si he entendido bien el concepto de la economía circular, con el que sólo recientemente he empezado a familiarizarme. Tiene que ver con el reciclaje de los residuos y evitar arrojarlos en vertederos, ¿verdad?

(P) Como has podido comprobar, el turismo, pese a ser una industria sin chimeneas, no es una actividad neutra desde el punto de vista ambiental: la masificación y los comportamientos irresponsables pueden dañar el medio natural (particularmente aquellos más frágiles), consume recursos de todo tipo (algunos cada vez más escasos en muchas zonas, como el agua), provoca emisiones de CO2 (sobre todo en el transporte de los turistas hasta y desde sus destinos; un estudio de la Universidad de Sydney atribuye al turismo el 10% del total), genera gran cantidad de residuos (como los alimentarios, que se estima pueden representar más de la mitad de los desechos del sector hostelero), etc. Y aquí enlazo específicamente con tu pregunta: el reciclaje de los residuos es una respuesta reactiva. A lo que deberíamos aspirar es a no generar residuos: en eso consiste en realidad la economía circular. Reciclar es la alternativa secundaria para abordar el problema de los residuos: la primaria es no generarlos.

(A) Ya veo, estaba confundiendo una parte con el todo: el reciclaje forma parte de la economía circular, pero ésta es mucho más que reciclar. ¿Qué más podemos hacer para evitar la generación de residuos?

(P) Fíjate, Amanda, que al reciclar lo que estamos haciendo es dar una nueva vida (diferente) a algo que desechábamos porque creíamos inservible. Esta es una idea muy importante, la de mantener en la economía los productos/materiales/recursos durante el mayor tiempo posible. Así, además de evitar el problema ambiental derivado de su vertido, reducimos la presión sobre las materias primas que obtenemos de la naturaleza y minimizamos la generación de residuos. Esa misma idea es la que subyace cuando reparamos, restauramos, recuperamos, reutilizamos, remanufacturamos algo: le damos una nueva vida y lo mantenemos en el ciclo económico. Reviven…para lo cual la generación de nuevo conocimiento, es decir, la I+D+i, es clave. Si tienes curiosidad, entre en el sitio “goCircular Radar”, que agrupa a todas las startups españolas del sector de la economía circular: https://radar.thecircularlab.com/conoce-startups/

(A) Me queda claro que entre las industrias del futuro se encuentra la de las soluciones para la economía circular. Ahora bien, ¿es casualidad que todo empiece por R?

(P) Será por aquello de revivir…Los principios de la economía circular se han simbolizado en una serie de Rs. Primero fueron tres: reducir, reutilizar y reciclar. Luego se fueron añadiendo algunas más, como las que hemos mencionado y otras como el rediseño, es decir, la acción de repensar el diseño de los productos para que estos alarguen su vida útil y sean más fácilmente reciclables. Pero más allá de las Rs, que ayudan a retener ideas importantes para ser más sostenibles, la transición hacia una economía circular exige nuevos patrones de producción y consumo, cambios en los modelos de negocio de las empresas…es más complejo.

(A) Producción y consumo responsables, como dice el ODS número 12, ¿cierto?

(P) Bien visto. Ese es, precisamente, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas donde más claramente se puede observar la contribución de la economía circular. Es importante saber de dónde venimos, adónde vamos y porqué es necesario hacerlo, aunque implique algunos sacrificios. Venimos de una economía lineal que, soportada en la secuencia extraer-producir-consumir-tirar, se ha revelado como insostenible: hacíamos como si los recursos del planeta fueran infinitos, como si las emisiones de CO2 no tuvieran impacto en el clima…. Y ahora nos encontramos en los inicios de una transición hacia un modelo de economía circular como vía hacia la sostenibilidad. En la naturaleza, Amanda, el concepto de residuo no existe: lo que es un desecho para unos es un recurso que aprovechan otros. Esa es la circularidad que pretendemos trasladar a la economía en general y al sector turístico en particular. Es un cambio tan necesario como profundo, que llevará tiempo y en el que habrá que revertir inercias e intereses muy fuertes, así como remover obstáculos pesados. No todo será color de rosa, pero es el camino. Un camino que no somos los primeros en intentar recorrer: China lo inició antes.

(A) En este sentido que usted apunta, durante el tiempo de mis prácticas en un hotel de playa me di cuenta de lo importante que es concienciar al turista en estos temas ligados a la eco-sostenibilidad. El hotel hizo esfuerzos y tenía planes para reducir el consumo de agua, energía, plásticos…para generar menos residuos alimentarios y otros, para reutilizar todo lo posible, etc. Las inversiones y operaciones de las empresas son importantes, pero si los clientes no colaboran, por ejemplo, en la separación de residuos, no malgastando agua y electricidad, no arrojando basuras en la playa o donde sea, es imposible. 

(P) Desde luego. Podríamos añadir hasta otra R: la de Re-educación. Este es un proceso que requiere, también, de la re-educación de la ciudadanía en su conjunto, porque con más o menos frecuencia, casi todos ejercemos como turistas en determinados momentos. Los gestores de empresas y destinos turísticos tienen que ayudar en esa tarea de información y sensibilización que bien señalas, que ha de incluir a clientes, empleados, proveedores y también a los residentes en el destino. El camino de la sostenibilidad se ha de recorrer conjuntamente, con la implicación de todas las partes con un papel que jugar, que han de estar alineadas y sumar, con especial referencia a las Administraciones públicas por su importancia en ésta y otras facetas.

(A) Como me gusta la literatura, sus palabras me han recordado, Profesor Pedro, un poema de Antonio Machado, ese en el que decía: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”.

(P) Pues sí, cada destino y cada empresa tiene que hacer su camino, trazar su plan, conforme a sus especificidades. Cada uno/a tendrá un punto de partida propio, con recursos y prioridades diferentes. Una gran cadena hotelera y un pequeño hotel independiente son realidades muy distintas, con posibilidades muy desiguales, como la pléyade de microempresas de servicios turísticos que también forman parte de una industria caracterizada por la diversidad de los actores que la integran. Precisamente por ello, sigue siendo necesario hacer pedagogía entre los empresarios y profesionales del sector. Lo del turismo circular, o la circularidad en el turismo, es algo muy reciente y es normal que aún no se entienda del todo bien o se haya llegado a percibir su alcance en sus justos términos.

(A) En este orden de cosas me surge una duda, Profesor. En el hotel en el que estuve invirtieron en dotar a todos los inodoros con cisternas de doble descarga, con idea de reducir el consumo de agua y recuperar la inversión con el ahorro en la factura correspondiente. ¿Es ésta una acción de economía circular?

(P) No. Reducir el consumo de agua o de energía es plausible desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental (y de la eficiencia y competitividad empresarial), pero no es per se una acción de economía circular, salvo que ese ahorro de agua provenga de la recirculación del agua de lluvia o de aguas grises (para limpieza de suelos, riego o baños), o que el ahorro de energía sea consecuencia del aprovechamiento de emisiones (como el vapor) o el reciclaje de residuos. Sustituir fuentes de energía fósiles por renovables (solar, eólica) es una acción loable para reducir la huella de carbono, pero no es una iniciativa circular. Eliminar el uso de botellas de plástico y de plásticos de un solo uso no biodegradables o reciclables es otra iniciativa verde, pero tampoco encaja, stricto sensu, en el concepto de economía circular. 

(A) Me parece que a veces confundimos el fin (la sostenibilidad) con el medio para alcanzar ese fin (la economía circular en este caso). 

(P) Una buena observación, Amanda. Recuerda que el concepto de economía circular implica que los recursos pueden obtenerse dentro de la economía, reduciendo el impacto ambiental al aumentar la reutilización y el reciclaje. Y para ello es fundamental que las empresas colaboren entre sí, no sólo dentro del propio sector turístico, sino con otros sectores con los que se interrelaciona, que son muchos: la agricultura, la industria de la alimentación y bebidas, la construcción, el sector textil, etc. Te empezará a sonar otro concepto: la simbiosis industrial.

(A) Entonces, si me plantearan elaborar un plan de acción para impulsar la circularidad en el turismo, ¿qué enfoque tendría que darle?

(P) Te diría que pienses en posibles acciones a tres niveles: a nivel de empresa o establecimiento turístico; a nivel de destino, es decir, en colaboración con otras empresas del sector; y en colaboración con empresas de otros sectores. Y siempre teniendo presente la importancia de medir: medir para gestionar y mejorar. Medir nuestros consumos, la cantidad y tipo de residuos, nuestra huella de carbono…

(A) ¿Podría ponerme algunos ejemplos?

(P) Por supuesto, pero esto alargaría mucho nuestra conversación de hoy. Si te parece te recomiendo algunas lecturas, para que te documentes primero, y nos emplazamos para continuar nuestra conversación otro día. ¿Te parece bien?

(A) Estoy deseando saber más, Profesor Pedro. Me he dado cuenta que éste es un tema de gran actualidad e importancia; de hecho, es una prioridad tanto a nivel de la Unión Europea como de España.

(P) Así es. Por eso, te sugiero que leas los documentos “España Circular 2030. Estrategia Española de Economía Circular” y “I Plan de Acción de Economía Circular 2021-2023”. Ambos los puedes descargar del siguiente enlace: https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/economia-circular/estrategia/

Verás que el turismo es uno de los sectores prioritarios.

A nivel de ejemplos, te interesará leer el “Informe sobre Economía Circular aplicada al turismo”, editado por SEGITTUR en 2019. Está disponible en: https://www.segittur.es/wp-content/uploads/2019/09/Informe-sobre-economi%CC%81a-circular-aplicada-al-turismo-ok.pdf

Y para que no dejes de practicar tu inglés te dejo las referencias de un par de artículos, que encontrarás en la biblioteca electrónica de la universidad. Si tuvieras alguna dificultad para localizarlos házmelo saber: su autor, el Prof. Vargas-Sánchez, es un buen amigo.

“The new face of the tourism industry under a circular economy”. Journal of Tourism Futures, Vol. 7, 2, 2021, pp. 203-208.

“The unavoidable disruption of the circular economy in tourism”. Worldwide Hospitality and Tourism Themes Journal, Vol. 10, 6, 2018, pp. 652-661.

(A) Muchas gracias. Me pongo a ello y le vuelvo a contactar para comentar mis progresos.

(P) Hasta pronto entonces. Espero reencontrarte con un interés renovado por ampliar tus conocimientos en esta materia. Estás haciendo lo correcto: formarse al respecto significa prepararse para un futuro que ya empezamos a tocar con la punta de los dedos. Como vía hacia la eco-sostenibilidad, la circularidad es considerada uno de los cambios globales que marcarán los procesos económicos, también en el turismo. Por ello, me permito dejarte una nota final para no salirnos del marco que el Día Mundial del Turismo 2021 quiere enfatizar: la economía circular debe ser regenerativa en lo ambiental e inclusiva en lo social (además de remuneradora en lo económico). Este doble propósito, medioambiental y social, está en las estrategias de las empresas pioneras para encarar el nuevo escenario post-pandemia. 

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También en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/004823_con-motivo-del-dia-mundial-del-turismo-2021-conversaciones-sobre-economia-circular.html

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Algunos otros posts sobre economía circular en este blog:

UN AÑO PARA IMPULSAR LA ECONOMÍA CIRCULAR EN EL TURISMO

EL SECTOR DEL TURISMO EN UNA ECONOMÍA CIRCULAR

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EL FUTURO DEL TURISMO SERÁ CIRCULAR O NO SERÁ

(Post nº 386 en este blog)

viernes, 1 de enero de 2021

UN AÑO PARA IMPULSAR LA ECONOMÍA CIRCULAR EN EL TURISMO

De vuelta con la “Agenda Estratégica de I+D+I del Turismo” elaborada por la Plataforma Tecnológica Thinktur, en este recientísimo documento (disponible en: https://www.thinktur.org/media/Agenda_Estrategica_2020_DEF-1.pdf) se hacen varias referencias a la Economía Circular. 

Tomando como antecedente las Directrices Generales de la Estrategia de Turismo Sostenible de España 2030 (ver: https://turismo.gob.es/es-es/estrategia-turismo-sostenible/Documents/directrices-estrategia-turismo-sostenible.pdf), que avanza entre sus líneas de actuación la de “impulsar la evolución de la actividad turística hacia los preceptos de la Economía Circular”, la referida agenda refiere la “Sostenibilidad y Economía Circular” entre las líneas de I+D+I para el sector de la restauración, en concreto: “Las innovaciones pueden ayudar al sector a reducir el desperdicio de alimentos, materiales y energía, y también ayudar a otros y ser reconocidos por las prácticas ecológicas y la atención social”. En lo que respecta al sector de hoteles y alojamientos turísticos, se afirma que: “La incorporación de buenas prácticas basadas en la Economía Circular también es importante en el camino hacia la transición a un modelo de negocio sostenible”. Y, con carácter transversal para toda la industria turística se postula que: “La transformación del modelo económico hacia una Economía Circular puede generar un importante impulso al turismo ya que saca partido a todos los activos de un destino, aprovechando y convirtiendo los flujos energéticos y de residuos en materia prima para el crecimiento, y también puede contribuir a aumentar el valor de la propuesta turística”.

En el marco del llamado Pacto Verde Europeo de 2019 (https://eur-lex.europa.eu/resource.html?uri=cellar:b828d165-1c22-11ea-8c1f-01aa75ed71a1.0004.02/DOC_1&format=PDF) y alineada con el nuevo Plan de Acción para la Economía Circular lanzado en 2020 por la  Comisión Europea (https://eur-lex.europa.eu/resource.html?uri=cellar:9903b325-6388-11ea-b735-01aa75ed71a1.0018.02/DOC_1&format=PDF), la Estrategia Española de Economía Circular (España Circular 2030), aprobada por el Gobierno de España en 2020 (https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/economia-circular/estrategia/) define la Economía Circular como “aquella en la que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantienen en la economía durante el mayor tiempo posible, y en la que se reduce al mínimo la generación de residuos, lo que constituye una contribución esencial a los esfuerzos de la UE encaminados a lograr una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva”. 

Aunque “está dotada de un carácter transversal y aspira a convertirse en el marco de referencia para el conjunto de las administraciones públicas, empresas y la ciudadanía, por su importancia tanto para la sociedad como para la economía española, se realiza una planificación y un seguimiento especial de determinados sectores económicos”, entre ellos el turismo. Además, en dicho documento se argumenta que “el uso intensivo del recurso hídrico, especialmente escaso en gran parte del turismo de playa, la elevada generación de residuos en zonas turísticas, junto con la dificultad de gestión de residuos debido a una menor separación de residuos en origen, así como el continuo crecimiento del turismo de interior asociado a la naturaleza, aconseja la incorporación de este sector a la Estrategia en aras de fomentar su sostenibilidad”. En este sentido, con especial referencia al turismo de naturaleza y al desarrollo de las áreas rurales, se declara que: “Los principios de sostenibilidad y circularidad también son transferibles a las medidas orientadas a revitalizar la España vaciada”.

En consecuencia, habrá financiación para proyectos tendentes a hacer del turismo una industria más circular, en el marco de los fondos europeos. Por tanto, como vía hacia la sostenibilidad, es una oportunidad que no se puede dejar escapar. Más allá de las grandes cadenas, las pymes del sector deberían trabajar desde ya, a través de sus asociaciones empresariales, para planificar acciones en esta área, que eviten improvisaciones y costes de oportunidad. No en vano, la introducción del modelo circular se considera por parte del Gobierno de España como una iniciativa “para promover la reconversión del turismo en España”, siendo, junto con el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 (https://www.miteco.gob.es/es/ministerio/plan-adaptacion-cambio-climatico-2021-2030.aspx), uno de los principales vectores de cambio de esta industria, a añadir a la revolución tecnológica en ciernes.

Es muy importante empezar a hacer pedagogía en el sector sobre la Economía Circular y sus principios, que trascienden del reciclaje de los residuos. Se trata, más bien, de evitar su generación. Y para ello, más allá de lo que cada empresa pueda hacer internamente (rediseñando, reduciendo, reutilizando, reparando…las famosas Rs), es clave observar el potencial existente en la colaboración intersectorial, es decir, en lo que se conoce como simbiosis industrial, definida en el documento “España Circular 2030” del siguiente modo: “Estrategia empresarial que consiste en conectar varias industrias con objeto de reducir la necesidad de materias primas vírgenes y la eliminación de residuos, cerrando así el circuito del material, una característica fundamental de la Economía Circular y un motor para el crecimiento verde y soluciones eco-innovadoras. También puede reducir las emisiones y el uso de energía y crear nuevos flujos de ingresos”. El proyecto piloto “Hoteles Circulares”, en marcha en la isla de Mallorca, es un buen ejemplo a seguir (véase: https://www.hosteltur.com/133024_hoteles-circulares-proyecto-piloto-en-mallorca.html)

Feliz 2021 para los lectores de este blog, con el deseo de que el año nuevo nos traiga nuevas oportunidades ligadas a la circularidad del turismo.


(Post nº 352 en este blog)

También en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/004544_un-ano-para-impulsar-la-economia-circular-en-el-turismo.html


miércoles, 21 de agosto de 2019

EL SECTOR DEL TURISMO EN UNA ECONOMÍA CIRCULAR

La creciente toma de conciencia sobre la necesidad de transformar el sistema económico actual para no superar los límites ecológicos de nuestro planeta está dando lugar a numerosos esfuerzos para abordar los problemas de sostenibilidad generados por él. En este contexto, el modelo de economía circular está ganando impulso a nivel político, empresarial y académico. De hecho, estamos en un proceso de transición de una economía lineal a una economía circular, al que la industria turística no es ajena.

La cada vez mayor conciencia ambiental  es una de las tendencias que está marcando un cambio más generalizado en la sociedad en su conjunto. Concretamente, las políticas y prácticas ambientales promulgadas e impulsadas por las instituciones (sobre todo públicas) para cambiar los comportamientos de los agentes sociales (como las relativas al reciclaje), están claramente identificadas como uno de los principales impulsores del cambio.

Un ejemplo son los llamados “Paquetes de Economía Circular” de la Unión Europea (el primero de 2015 y el segundo de 2018) para estimular la transición de los Estados miembros desde del modelo lineal tradicional de crecimiento económico (simbolizado por la secuencia “producir-consumir-tirar') a un nuevo modelo basado en el cierre de los bucles (es decir, la circularidad) de productos y materiales. Como muestras de este compromiso, un par de objetivos pueden ayudar a valorar la profundidad de los cambios en curso (con Eurostat como fuente):

-Objetivos de reciclaje de residuos municipales: para 2025, 55%; para 2030, 60%; para 2035, 65% (estado actual, en 2017, para la UE-28, 46’4%; y para España, 33’5%).

-Objetivos de reciclaje de residuos plásticos: para 2025, 50%; para 2030, 55% (estado actual, en 2016, para la UE-28, 42’2%; y para España, 45’5%).

Comprender la relación cambiante entre producción y consumo de servicios turísticos es un factor crítico para hacer realidad la transición mencionada, pues una economía circular implica cambios tanto en productores como en consumidores. En particular, la economía colaborativa (o “sharing economy”) está siendo un factor clave en la remodelación del panorama empresarial. En la industria del turismo se ha expandido por doquier, en referencia a cómo desplazarse, dónde alojarse, qué comer, qué hacer… con modelos en los que el acceso a los bienes y servicios con exceso de capacidad se proporciona a los clientes a través de plataformas basadas en Internet. Sin embargo, encontrar soluciones complementarias e integrales para apoyar una economía circular en su sentido más amplio y genuino es uno de los desafíos para el futuro del turismo, a través de la capacidad de tejer un ecosistema donde se articulen flujos circulares de productos y materiales entre las partes interesadas.

En esta línea, modelos de negocio que aporten  soluciones de ese tipo son, por ejemplo, los vinculados a suministros circulares, la recuperación de recursos, la extensión de la vida del producto, las plataformas compartidas, o el basado en la consideración del producto como un servicio. Al igual que en otras actividades económicas, su aplicación a las empresas turísticas no solo es posible, sino plausible. En concreto:

-Las cadenas hoteleras podrían suministrarse con recursos / materiales completamente renovables, reciclables o biodegradables.

-Los restaurantes podrían invertir en la recuperación de energía o recursos de los desechos o subproductos, particularmente en la reducción del desperdicio de alimentos.

-Los hoteles pueden contribuir a extender la vida útil de los productos que usan (como muebles) a través de la reparación y/o reventa a mercados de segunda mano. Y a eliminar los residuos originados por los “amenities” (como el jabón y otros) a través de su reciclaje. En ambos casos, las acciones concertadas entre varios establecimientos deberían ser consideradas desde el punto de vista del volumen necesario para acometerlas, que podrían incardinarse en sus políticas de responsabilidad social corporativa.

-Otras opciones de alojamiento podrían aumentar su tasa de utilización al compartir el uso, el  acceso o incluso la propiedad.

-Los proveedores de servicios turísticos y las empresas de ocio pueden implementar modelos comerciales orientados al uso (de un disfraz o un traje para una fiesta, por ejemplo) o a los resultados (pago basado en el uso de dispositivos de información turística).

En resumen, el futuro del turismo será el resultado de un ejercicio de reconfiguración de su cadena de valor derivado de las fuerzas provenientes del modelo de economía circular. A este respecto, se deben tener en cuenta dos vectores principales para prever y monitorear el progreso hacia la circularidad en las organizaciones turísticas:

-Desde una perspectiva de política pública, la efectividad de los diversos instrumentos con el potencial de estimular la puesta en marcha de iniciativas en este tipo por parte de las empresas y los destinos turísticos (presiones coercitivas, normativas y miméticas).

-Además de este factor externo, desde el punto de vista interno de las organizaciones turísticas, los factores capaces de facilitar (acelerar) y dificultar (frenar) la implantación de estrategias de economía circular en hoteles y otros operadores (como la cultura organizacional y el tipo de posicionamiento estratégico).

En todo caso, parece recomendable adoptar una postura proactiva ante este inevitable cambio. Debería ser una fuente de diferenciación dentro de ese modelo turístico de “calidad” que se dice perseguir pero que a menudo no sabemos muy bien en qué consiste. Ahora deberíamos añadir un atributo más a esa calidad turística: su circularidad. Nos reinventaríamos definitivamente, ahora que tanto se habla de cambio de modelo, asumiendo que el futuro del turismo (como del conjunto del sistema económico) será circular o no será.

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Publicado hoy en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/003606_el-sector-del-turismo-en-una-economia-circular.html